¿Pero cómo?

Sin luz no podrían operar ni las oficinas ni las escuelas del país (ni las fábricas ni los comercios). Ergo: todos tendríamos vacaciones forzadas, ¡yuuuupi!

¿Y de veras pasaría esto?

No, ¿para qué hacerse ilusiones? La mayoría de empresas cuentan con una planta generadora de energía, y si no tienen luz, ellos no se amedrentan. Ellos verán cómo esclavizarnos sin nuestro permiso, así que despídete de ese fin “forzado” en Cancún.

¿Estaríamos mejor así?

Hasta la pregunta ofende. Cuando sucedió lo de la influenza, nadie pudo disfrutar sus vacaciones forzadas con la paranoia y el miedo. Pero ahora, sabiendo que la única bronca que realmente nos concierne es tragarnos las patanadas de la política, podemos sentarnos en el sillón a ver cómo se hacen pedazos.