Mientras los azul y oro cantaban los goles, Mohammed Altoumaimi, un chamaquito iraquí, se encontraba en Suecia entre número resolviendo un problema matemático del siglo XVII, “los números de Bernoulli”.

Las consecuencias: el pumas sigue siento campeón y Atoumaimi irá becado a la universidad de Uppsale para convertirse en el Doggie Houser de las matemáticas.