A qué suena:

A un rock retro, ochentero inteligente, a veces sádico, a veces tierno. A la voz adrógina de Stephen Patrick Morrissey. The Smiths fueron atrevidos, juguetones, retro (cuando no estaba de moda ser retro), sofisticados (una vez más, gracias a Morrissey), incendiarios. Sus pequeños juegos líricos marcaron una época. Actualmente son referente indispensable de la nueva ola inglesa (lo que quiera significar eso). Capaces de burlarse de una novia en coma, capaces notar cuan afortunados serían si murieran junto a ti en un choque inclemente o a pedirle a la peor hecatombe que caiga en un lugar donde no pasa nada.

Su mejor disco:

The Queen is dead

Canción favorita:

There’s a Light thar never goes out