¿Qué es?

Un celular prácticamente sin ninguna función en especial (pantalla monocromática, además), que se introdujo en el público femenino por su tamaño (una tarjeta de crédito) y su ligereza.

¿Por qué nos apantallaba?

Porque a principios del 2000 comenzó la absurda batalla por conseguir el celular más pequeño, circunstancia que luego Zoolander inmortalizaría con su micro-micro-micro-celular. Como todos estábamos muy ciscados por los tabiques noventeros, en los dosmiles la gran apuesta se centró en el tamaño.

¿Cuál sería su versión 2009?

Sony Ericsson T707, otro celular para el mercado femenino: tiene efectitos de luz, cámara de 3.5 megapixeles y se “puede controlar con el movimiento de la mano”.

Precio entonces:

Dependía según el plan de contratación.


Precio ahora:

Menos de $300.

¿Dónde lo consigo?

Plaza de la Computación, de nuevo, ¿pero cómo para qué? Por diversión, nomás. Nostalgia.