Hace poco, un chico preguntó en Reddit si había actuado bien al negarle el asiento a una chica que se lo solicitó durante un viaje en tren.

Su duda prendió la mecha y muchos opinaron en diferentes formas. Algunos le decían que había hecho lo correcto pues ella no tenía más derecho de estar sentada que él; que era SU decisión cederlo o no, pero otros más le comentaron que quizá ella estaba muy cansada de caminar en tacones y que hubiera sido amable de su parte permitir que ella tomara su asiento.

En muchos contextos culturales, a los hombres se les ha educado para que cedan su lugar o para que le abran la puerta a una mujer.

Ahora bien, ¿es esto un simple gesto de educación y amabilidad o una especie de micromachismo?

Aquí les presentamos las dos posturas y ustedes decidirán:

Entrevistamos a la doctora Lucero Jiménez, investigadora y coordinadora del Programa Equidad y Género delCentro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM) de la UNAM, y esto fue lo que nos platicó: “el proceso de construcción de equidad de género se inició desde hace muchos años y aún falta mucho por hacer. Veníamos de milenios de subordinación total, pero tras la incorporación de la mujer al trabajo remunerado, a una carrera universitaria y al control natal, adquirió mayor autonomía”.

Los hombres han tenido diferentes reacciones ante este proceso de adaptación. Una de ellas es la de este chico, que “al ver que la chica no era una persona con discapacidad, ni embarazada, ni mayor, no consideró que debía cederle su asiento, puesto que la vio como alguien igual a él“.

Pura amabilidad

“Un feminismo bien entendido es la equidad entre los géneros. No se trata de que las mujeres seamos las poderosas y las abusadoras, sino que hay que construir igualdad. Tampoco se trata de que dejemos de apoyarnos, que los hombres se sientan con coraje por perder su posición de privilegio y que jamás tengan un gesto de amabilidad hacia nosotras. Visto de otro modo, las mujeres también podemos tener un gesto de amabilidad hacia ellos y ¿cómo sería considerado eso? ¿como “damosidad”?”

“La construcción de un mundo de igualdad no tiene que ser de forma ríspida. Debemos fomentar el cuidado de los hombres hacia las mujeres y viceversa y no verlo como un ejercicio de poder, sino como un acto de generosidad y altruismo. Si la caballerosidad es amabilidad sería muy triste que desapareciera”.

Un gesto micromachista


En un ensayo escrito por la periodista Lula Gómez, en Tinta Libre, habla sobre el micromachismo. En él asegura que el terapeuta argentino, Luis Bonino, fue el primero en acuñar el término en 1990 y que lo creó para englobar los comportamientos masculinos que le dan superioridad al hombre. Lo designa para describir el sexismo benévolo casi imperceptible. Es muy sutil, pero a través de ellos los varones mantienen su dominio. Algo así como: date cuenta que aquí mis chicharrones truenan, (pero muy quedito).

Ahora bien, ¿la caballerosidad caería en este rubro? ¿O como nos platicó la doctora Jiménez, es un simple gesto de amabilidad que debe darse hacia todos los géneros? Hombres y mujeres, ¿ustedes qué opinan al respecto?