Hay una nueva leyenda urbana en el ciudad. Y no se trata acerca de Lloronas, Chupacabras o agujas sidosas en los cines; no, esta vez los dimes y diretes contienen un elemento más misterioso: animales nocturnos que desaparecen gente.

Se dice que cada fin de semana, un grupo de personas se esfuma misteriosamente, sus autos se hayan vacíos y con rasguños. Las puertas están abiertas con la radio encendida. Las llaves puestas y el volante caliente.

Pero de los tripulantes, no hay nada. Se han ido.

No hay un registro acerca de la fecha en que comenzaron estas desapariciones, sin embargo hace algunos días, agentes periciales descubrieron un teléfono celular cerca de un auto. La policía investigó acerca de las últimas llamadas realizadas por el móvil y descubrieron algo que los dejó con la sangre helada.

A continuación un fragmento de la llamada, la última realizada por aquel joven_

«Sí guey, llegó en cinco minutos, ya te quiero listo $%&@.
Na, guey, nos quedamos un rato más, no seas $%&@, unas chelitas y ya
¿Qué no te oigo? (gritando) ¿Porque se oyen como chillidos, yo qué sé»?

En este momento se escucha interferencia y de pronto los chillidos son más intensos. Instantes después, se recupera la señal. Lo siguiente es trágico.

«No sé qué onda… hay algo volando hacia el coche. Son como…
No $%&@, no $%&@ se están estrellando contra el coche.
Son… son… miles de murciélagos…
Se están metiendo en el coche…
Me están…»

Aquí no termina la llamada. Durante 43 segundos, aquel joven grita y balbucea algo que no se distingue. Sólo hay una cosa segura, una nube negra que aletea por el aire esta cazando en la ciudad.