Te has preguntado cuántas veces como mujer has defendido los principios de nuestra sonada libertad femenina; misma que desde la incorporación del mal llamado sexo débil en el ámbito laboral, durante la Primera Guerra Mundial ha hecho ruido en la sociedad y que muchos aún no aceptan o no entienden.

Parte de enfrentarnos a roles nuevos, no sólo está en ser buenas directoras de empresa, destacadas políticas o increíbles amas de casa. Existe un rubro importantísimo para nosotras que estamos olvidando y se trata de la pareja y el romanticismo o por qué no… lo cursi.

Lo cierto es que debemos admitir que a pesar de ser independientes, versátiles y quizá hasta liberales, nos cuesta mucho dejar en el olvido los detalles de los hombres para con nosotras. El que nos abran la puerta del coche, recibir hermosas rosas rojas, cartas y hasta poemas, nos sigue encantando, pero nunca se te ha ocurrido ser tú quien tenga esos detalles. ¿Por qué no aventurarte?

Asume un nuevo rol y descubre todo lo que una locura envuelta en mariachis, flores y un atuendo de poca ropa -a pesar de ver el termómetro con el mercurio señalándote amenazante una temperatura bajo cero-, puede hacer por tu relación.

Ya sea porque quieres conseguir el perdón de tu pareja tras dejarlo plantado, porque van a celebrar un tiempo juntos, o simplemente por diversión, ármate con el mejor mariachi de la Plaza Garibaldi, usa ese bikini sexy que te regaló tu exnovio y que no había salido de su caja, total lo que importa es sorprender no revelar de dónde salió el modelito. Sin más ponte un abrigo y corre por las flores más encantadoras que se merezca tu galán.

Aún si no tienes voz, échale sentimiento a las canciones, que lo que cuenta es la emoción ¡sorpréndelo!, y descubre tu sexy bikini en el instante justo cuando el estribillo de la canción hace su aparición y la emoción esta a flor de piel. Te la seguridad de que subirás su temperatura en invierno.

Ahora que si la aventura no concluye en final feliz porque se te olvidó que tu galán ese día salía tarde del trabajo, o porque muere cada noche al dormir y ni los peregrinos que van a la Basílica de Guadalupe con todo y cohetes pueden despertarlo ¡que importa! Al final te darás cuenta que no cantas nada, que los bikinis no favorecen tus encantadoras curvas –por algo no te había gustado el regalito-, pero que no hay nada en la vida que pueda impedirte ser original y auténtica. ¿Por qué no?