Seguro cuando eras niño, al responder “¿qué?” a una orden o pregunta (o simplemente porque no escuchaste bien) alguno de tus mayores, ya fueran tus padres o maestros te decían “no se dice qué, se dice mande”. Respecto a esta expresión hay una eterna discusión acerca de si es correcto decir ‘qué’ o ‘mande’.

Muchos extranjeros se sorprenden de que usemos esta palabra, pues según ellos es un modismo que únicamente se utiliza en México. Sin embargo, esto es parcialmente cierto, pues existen otras lugares de Latinoamérica —Ecuador, por ejemplo— donde esta expresión se encuentra muy arraigada.

La controversia surge porque mucha gente afirma que esta expresión es una herencia de la colonia y que es un apócope de expresiones como “comándeme señor” o “mándeme usted” y que eran expresiones usadas por los indios para dirigirse a sus patrones cuando eran llamados por estos.

Esta expresión para muchos debería ser desterrada del habla mexicana, pues según ellos, predispone a la sumisión y entraña un complejo de inferioridad. Sin embargo, esto es falso y a continuación les explicaremos por qué.

¿De dónde viene el famoso “mande”?

La expresión “mande” no viene de la colonia, sino que tuvo su origen aún más atrás: es un arcaísmo —o palabra que ya casi ha caído en desuso en la lengua actual— que se originó en el catalán y después, por proximidad geográfica, fue “contagiada” al castellano y posteriormente traída a México. De hecho, en algunas regiones de Cataluña se siguen usando de manera frecuente expresiones como “mani’m?” (¿mándeme?) o su variante un poco más informal “mana?” (¿mande?). Y no tiene que ver con sumisión, pues se usa entre iguales, sobre todo entre personas mayores.

A manera de anécdota: la expresión “mande usted” se hizo popular en España debido a ‘Doña Rogelia’, una muñeca utilizada por la ventrílocua Maricarmen Martínez, hace ya algunos ayeres. Doña Rogelia usaba esa expresión frecuentemente porque era una viejita a la que le fallaba el oído. Aquí la famosa muñeca, diciendo su clásico “mande usted”, en minuto “1:30”.

Abreviando: esta forma catalana de decir “¿qué?” en realidad no tiene nada que ver con sometimiento, sino es una fórmula que expresa cortesía. Por otra parte no hay documento alguno que sustente que los españoles obligaran a los indígenas a decir “mande usted” o “comándeme”. Es una hipótesis que de tanto repetirse acabó siendo tomada por cierta.

¿Entonces puedo decir ‘mande’ sin sentirme esclavo?

Sí. Y hoy día, “mande” no tiene en lo absoluto que ver con sumisión, sino con respeto o cortesía. Es una forma de suavizar el “¿qué?”, que para algunos es muy ríspido. Sin embargo, si crees que al decir “mande” estás invitando a que te dominen, puedes usar expresiones como “¿diga?”, “¿cómo dijo?” o “¿disculpa?”. Y no vengan con que no hay nada qué disculpar y que también eso es servil, porque esas expresiones tienen perfecta equivalencia en otros idiomas (excuse me, por ejemplo).

Así es que ya saben: pueden responder “¿qué?” o “¿mande?”, pues ambas son igualmente válidas y correctas, sólo es cuestión de matices, contextos, intenciones y gustos.

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