¿Y este qué?
Que si vendió la mesilla, que si le anexo a Estados Unidos un cachote del territorio mexicano, que si se autonombró “Alteza serenísma” para luego homenajear con pompa y circunstancia a su pierna caída en batalla. Con ustedes el general (¿será que los mexicanos tenemos algo con el régimen militar?) Antonio López de Santa Anna.

¿Cómo sería en la peda?
Súper estrafalaria. Beber con Santa Anna te permitiría realizar una de las borracheras más caprichosas de tu vida. Imagínate que a la mitad al general se le antoja beber una cerveza recién desbarrilada de los monasterios belgas, bueno, no preguntes como pero seguramente alguien haría circo, maroma y teatro para conseguirla. Tú pide que “su Alteza” concede. Eso sí, habrías de preocuparte un poco de la resaca.