¿Dónde la vimos de fea?

En la peli que más ha insistido hacer: “Frida”. Estuvo nominada al Óscar, pero nomás no se lo llevó. Aún así, todo mundo dejó de verle abajo del cuello para verle… el bigote.

¿Qué tan heavy estuvo la transformación?

Media. Se dejó crecer las cejas (que rasuró con rastrillo para que crecieran machín, aunque ni así le llegó al nivel de tupidez de la Frida original) y se dejó el bigotazo. A eso le agregamos unos cuantos ropajes autóctonos, la trenzota y la actitud.

¿Cómo nos gusta más?

Lampiña. Pero al parecer a Salma esto la tiene sin cuidado, porque ahorita la vemos como la mujer barbona en la cosa esa del vampiro aprendiz.