Reseña: Forza Horizon 2
Por: Colaborador
Es complicado acercarse a los juegos de carreras: uno tiene un estereotipo de que será demasiado complicado jugarlos, que todo el tiempo nos van a ganar o que no vamos a poder dar una vuelta perfecta jamás (o ya no digamos “perfecta”, sino una donde simplemente no choquemos con nada). Y sí, este tipo de juegos suelen ser un poco clavados. Sobre todo cuando a todo esto le agregamos la parte de la pornografía automotriz, que a tantos seduce.
Sin embargo, pocos títulos cuentan con el otro lado de la moneda: aquella en la que puedas recorrer bellos paisajes sin preocuparte por no saber nada de carros, divertirte y además competir de manera simple con tus amigos o desconocidos. Uno de ellos es Forza Horizon 2.
El antecesor de este título dejó la vara bastante alta al incorporar, además de todo lo que ya mencioné, un sistema de mundo abierto, pero el resultado es exitoso: Forza Horizon 2 fusiona lo mejor de los juegos de este género con lo emocionante del automovilismo, y además lo adereza con controles sencillos, ayudas para los novatos y sistema de juego profundo para los más expertos.
Por ello, si tuviera que resumir la experiencia de juego en una sola palabra sería “diversión”. Y esto se traduce en varios momentos del juego: desde la sensación (extrañamente relajante) de correr en medio de impresionantes paisajes mientras te aproximas a tu siguiente reto y escuchas una de tus rolas favoritas, hasta competir contra avatares de tus amigos sin que ellos estén en línea. Y aunque la variedad de actividades a realizar no es extraordinariamente variada (de hecho, está en su punto medio: ni muy muy, ni tan tan), no hay manera de aburrirte con este nuevo Forza y su festival, del que eres protagonista.
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A la par, sus formas de personalizar los autos son decentes, la cantidad de vehículos es amplia, los retos multiplayer son emocionantes y sus retos son adictivos, tomando en cuenta que puedes tener tanta asistencia como quieras, activando o desactivando diversas herramientas que te llevarán, cuando menos te lo esperes, a dominar cada curva exclamando “¡mira, mamá, sin ayuda!”.
Gráficamente, Forza Horizon 2 no debería decepcionarte. Su estética cuenta con un realismo sui generis que no busca impresionarte con su fotorealismo, sino con su coherencia. Los brillos en la carrocería, los colores, los paisajes, el sol, la lluvia, la luz de la luna: todo juega a favor de la experiencia.
Si hubiera algo que criticar a este título, mencionaría dos cosas: la primera, que sufre del síndrome de los juegos de mundo abierto al incorporar tantas cosas que algunas no sirven para nada, como los famosos “perks”, cuya ausencia no hubiéramos resentido, porque a la hora de jugar no parece que modifiquen nada. Lo segundo es su innovación: por más peso que tengan los drivatars y la eliminación de las barreras en las pistas (para poder salirte del camino y explorar por donde se te dé la gana), Forza Horizon 2 se siente como una actualización de su antecesor más que como un juego nuevo. Esto no es para nada malo, pero espero que la siguiente entrega tenga eso que me haga gritar que no había visto nada igual antes. Si lo pido es porque estoy seguro que sus desarrolladores pueden darlo.
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Forza Horizon 2 es un juego imperdible para los dueños de cualquier consola de Microsoft que, por supuesto, se ve mejor en Xbox One, pero la experiencia es igual de buena en 360. Si eres novato, lo vas a amar por lo amigable que será contigo, y si eres veterano, su reto y modos multiplayer te seducirán, más si tienes amigos igual de aguerridos que tú.
Calificación: 4 de 5
+ Estupenda fusión entre mundo abierto y lo mejor del automovilismo
+ Imposible aburrirse
+ Identidad, estilo y alma propias.
+ Los drivatars mantienen vivo al título en todo momento
+ Carros y modo de juego personalizable para adaptarse a tus necesidades
– No innova
Forza Horizon 2
Desarrolla: Turn 10
Publica: Microsoft Studios
Consolas: 360, XO
Clasificación: E 10+ para todo público mayor de 10 años
Salida: 30 de septiembre 2014
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