En la vida existen grandes momentos familiares, únicos y memorables, dignos de ser inscritos en los anales de la historia: los bodorrios, cuando algún pariente cuelga los tenis, las salidas de sexto o (¡Dios bendito!) cuando les anuncias a tus padres que estás (tú o tu novia) en Barcelona.

Ante tan inesperado y canijo evento, los jefes suelen reaccionar de muy diversos modos: unos hacen su entripado, otros se alivianan, los más se sacan de onda. Por tal motivo, a continuación te presentamos las reacciones más usuales de los progenitores cuando sales con tu domingo 7:

1. El papá, furioso porque ve traicionado su afecto y mancillado su apellido, ordena categóricamente: “¡te me largas de la casa!”

2. La mamá, preocupada por el porvenir de su descendencia, pregunta comiéndose las uñas: “¿y de qué van a vivir?”

3. También están los padres muy formales y ceremoniosos que exigen todo el protocolo: “¡que vengan a hablar sus papás!”

4. La madre herida y despechada que, sin comprender lo sucedido, afirma: “¡me has decepcionado!”

5. Los papás angustiadísimos por su buen nombre y por el qué dirán: “hay que apurar la boda”.

6. Tampoco falta el padre chavirruco que se niega a aceptar la realidad de su ruquez: “estoy muy joven para ser abuelo”.

7. Siempre están los progenitores nerds a los que nomás les interesa el mundo académico: “¿y la escuela?”

8. La jefa que busca cómo desafanar a su retoño de tan comprometida circunstancia: “ay, mijo, ‘tas muy chico para echar a perder tu vida… ¿estás seguro de que es tuyo?”

9. El energúmeno que siente el apremio de vengar la honra de su hija: “en este momento voy a su casa pa’ partirle la… a ese jijo de suchi que te preñó”.

10. Los padres que comprensivamente tratan de apoyar al cien: “pues vénganse a vivir aquí, nomás finquen el segundo piso y aquí nos amontonamos”.

11. El papá interesado que ve la forma de sacar tajada: “pero sí te van a dar dote tus suegros, ¿no?, o por lo menos una ayuda”.

12. Los que adoran sus raíces genealógicas: “’ta bueno, ya qué, pero debe llamarse como tu abuelo: Feliciano Carrasco”.

13. Los impacientes cabezas de familia que ya se comían las ansias por tener un nieto: “uy, ya se habían tardado”.

14. La doña prevenida que ya hasta había tejido unas chambritas: “¡hazme el favor!, lo bueno es que ya tiene su primera ropa!”

15. Los que ven filosóficamente una situación tan dura: “donde comen tres, comen cinco”.

¡Vaya casos! Aquí concluimos este listado tan minúsculo como pasajero, que sin duda se irá agrandando con tus comentarios. De tal suerte, venos diciendo: ¿has vivido un momento familiar así?, ¿cómo fue la reacción de tus papás? Platícanos el chisme.

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