Conducir un vehículo en nuestra querida ciudad es meritorio de una ovación. Se requiere de capacitación en volantazos, afinación del sexto sentido y paciencia nivel Job. Así que si te paseas por la ciudad en tu nave, lo mejor será que te des un quemón sobre cómo te ven los demás conductores. ¿Qué tal que eres una fichita al volante?

¿Listo? Comenzamos:

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