Beatriz Altuzar Vega, con 28 años de edad, es la CEO de greenBE, un organismo que promueve la agricultura urbana. Tiene el objetivo de rescatar las semillas nativas y criollas de nuestro país; así como cambiar a la ciudad.
Esta emprendedora chilanga realiza distintos talleres para enseñar a sembrar hierbas medicinales, aromáticas; así como una variedad de frutos. Además, es pionera en blogs de huertos urbanos.
Es posible cosechar, aún si tu casa o departamento son pequeños. Puedes sembrar en frasquitos, macetas, botellas de plástico; también en mesas de cultivo, ya sea cerca de una ventana, en andadores del edificio o en la azotea.
Si tienes patio o terraza el cultivo será más amplio. El espacio no es pretexto, sólo es cuestión de actitud. Al sembrar y cosechar, gastas menos, te conectas con la naturaleza y te relajas.
Beatriz Alturzar relata que se desilusionó de trabajar para una productora de videos y comerciales. Hubo una ocasión que estuvo diseñando y editando anuncios durante una semana sin parar para un programa del gobierno de Yucatán y no le pagaron los miles de dólares que le prometieron.
En esa época, descuidó su alimentación, aumento el consumo de carne y frituras. “Mi cuerpo me pedía frutas y verduras. En un pequeño clóset, como no tenía mucha lana, decidí cultivar en mi casa a los 21 años. Imaginé que tendría mi huerto en la azotea con arándanos, fresas y moras azules, entre otros frutos que me gustan”, expresa.
Para lograrlo, utilizó la hidroponía, que se conoce como cultivo de agua. No se siembra en tierra, se usan soluciones minerales para sostener las raíces y que las plantas crezcan. Además, se agregan nutrientes que se obtienen en tiendas especializadas. Con todo ello cosechó 10 plantas de brócoli que formaron parte de “El Huerto de Las Juanas” como lo bautizó.
Poco después cosechó tomates cherry, recurrió a la iluminación artificial, era un cultivo indoor o interior. Se quedó con algunas plantas de tomates y de brócoli, para comerlos con sus alimentos. El resto las regaló para que las personas los sembraran. Les puso una especie de separador de libros, donde escribió datos, como el nombre de la planta y los cuidados que necesitaba.

GreenBE org

A los 23 años, Beatriz decidió abrir su blog (greenBE.org), el primero de México, informativo de huertos urbanos. En él comparte notas y artículos sobre agricultura urbana, con un lenguaje sencillo, amigable y coloquial. Sube fotos y videos, para que las personas comprendan como sembrar y cosechar.
Desde 2010 a la fecha tiene miles de seguidores de España, Venezuela, Argentina, Colombia y México. En la actualidad, para sostener a la organización, los manuales, material y sistemas completos para los talleres, anunciados en el sitio, tienen costo.
La gente le escribía para pedirle que los enseñara a sembrar en casa, ante su insistencia, dio un primer taller. Continuó con talleres con temas específicos como hidroponía en distintas instituciones y fundaciones, guiando —como ella dice— a la gente con talleres básicos, intensivos o especializados. Se crean comunidades en las que se intercambian semillas.
En los huertos urbanos se obtienen frutos que no encuentras en el mercado, tal es el caso de sandías bebé, tomates azules, blancos, verdes, rosas y morados; zanahorias amarillas, blancas y rojas; albahaca hoja grande, genovesa y tucci; melones atigrados todo proviene de semillas nativas y criollas.
A la par de esas actividades, creció su huerto para ella. “Es una adicción, tener variedad de especies en distintos colores“, dice. En su opinión, alguien flojo o con poco tiempo, en su departamento puede sembrar en frasquitos, germinado como trigo y alfalfa. En pequeñas macetas cerca de una ventana, en botellas de plástico de forma vertical que se pueden colocar en los muros, cosechas hierbas medicinales o para cocinar, como lavanda, albahaca y flores comestibles. En macetas medianas: tomate, papa, chile, rábano y espinaca.
El tipo de cultivo, tiempo de cosecha, los nutrientes y abono; así como el riego, entre otros aspectos se aprenden sobre la marcha. No es complicado, además es una actividad solitaria porque siembras solo es un acto con uno mismo; también social, al regalar plantas, compartir vivencias y experiencias.

Bazar de las semillas y más…

La CEO de greenBE señala que desde su organismo se creó el Bazar de las Semillas. La finalidad es defender a las semillas nativas y criollas, a través del trueque, para que las especies permanezcan.
Después de la temporada de lluvias se lanzará la tercera edición. Al bazar asisten expositores locales, se dan talleres y pláticas sobre agricultura urbana; también van grupos musicales.
Destaca que su organismo tiene el objetivo de colaborar para que se transforme la relación del humano con la naturaleza y la ciudad se reverdezca. Al tener huertos urbanos, la salud mejora y se obtienen beneficios socio-económicos y socio-ambientales. En un huerto urbano comunitario, se mejora la calidad de vida, se regenera el tejido social, hay armonía y convivencia; y disminuye la criminalidad. Si hay un huerto urbano en casa, las mentadas de madre van a parar
Esta inquieta mujer, ya escribe un libro. Es una historia en la que tiene el objetivo de reivindicar la figura del campesino, darle su valor. En ella se reencuentra con su raíz. Su abuelo vino del campo de Michoacán, ahora que ella está conectada con la naturaleza, quiere hacerle un homenaje al abuelo de más de 80 años de edad.

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