El Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco declaró esta semana –por primera vez en la historia del mundo (o sea “harto” importantísimo)– la gastronomía de nuestro país como Patrimonio Cultural de la Humanidad.

Y en verdad es raro, nunca un sistema alimentario había tenido este nombramiento, y hoy la Cocina Tradicional de México es mundialmente reconocida.

Entre los méritos que fueron tomados en cuenta para considerar la cocina mexicana como una manifestación cultural viva, representativa de la humanidad, están su antigüedad, su continuidad histórica, así como la originalidad de sus productos, técnicas y procedimientos.

Y es que como resistirse a unos buenos tacos, a un mole, a unos chiles en nogada o a unos romeritos (por aquello de la época Revolucionara y ya casi navideña).

Casi podemos imaginar los “proyectos”, nosotros diríamos ocurrencias, que está inventando el Gobierno federal o el del DF. Seguro se sacarán de la manga una ruta por las delegaciones con más platillos típicos o algo así. Ya saben, onda la IDEOTA de los globos aerostáticos en Tláhuac.

Por cierto, chilangos, coman con medida o hagan ejercicio. Y si de plano con esta crisis no te alcanza para un gym, gooooei, pues aquí te damos otra opción jajajaja:

Con esto nos damos cuenta de que la culpa no la tiene la comida mexicana –que es deliciosa (dulce o salada)– sino que casi siempre se nos pasa la manita con las cantidades de comida.

Oh, lo olvidábamos. La UNESCO también premió a la fiesta chiapaneca de los Parachicos y el canto tradicional purépecha de la pirekua.