Si crees que Lost es el pináculo de la televisión seriada, que House es el tipo más adorablemente odioso de la pantalla chica y que la mejor comedia que ha existido es Friends… estás un poco desfasado. Aunque te resulte difícil de creer, en México inventamos lo que viene siendo la buena tevé. Para que veas que los gringos nos robaron todas las buenas ideas, he aquí las 5 series que más extrañamos de los 80:

¿Por qué la extrañamos?

El talento de César Costa no se reduce a poseer un guardarropa envidiable de, ejem, como 800 suéteres. También tiene ese carisma algo ñoño que te hace pensar en Eddy, Eddy, una fuente de sodas y canciones que tu mamá bailaría encantada.

¿Cómo olvidar a Edith Márquez como la hija mayor que todos querían ligarse? ¿Y los hermanos cejones que al final del día siempre aprendían una “importante lección”? Agasajo moral al por mayor.

¿Qué no extrañamos de la serie?

Todo lo bueno sobre Papá Soltero era también todo lo malo sobre Papá Soltero. Para empezar: que en cada capítulo quisieran recetarnos una reflexión profunda, por ejemplo: por qué no es bueno mentir, por qué no es bueno portarte mal con tu papá, por qué no es bueno portarte mal en general, y demás filosofía de postal Hallmark.

Si hoy hicieran el remake, ¿se parecería a?

Brothers and sisters: los mismos conflictos familiares pero con más elegancia (y lana y talento actoral y diseño de producción), sólo que en lugar de papá soltero, tenemos a una mamá viuda (Sally Field) que quizá no tenga tantos suéteres como César Costa, pero al menos es más simpática –y actúa mejor.