Aquí el personaje principal era César Costa y trataba sobre un papá (ahm, ¿soltero?) que debía guiar a sus tres hijitos, tan ingenus ellos, por el difícil camino lleno de absurdos como lo es LA VIDA. Es una buena sinopsis, si me preguntas. También contaba con los clásicos chistes obvios pero se los valemos porque de entrada ya medio conocíamos a César Costa para ese entonces. Suéteres a cuadros, pelos parados, los dejos de los ochenta y las raíces de los noventa es lo que más te encontrarás en esta serie, que la verdad no era mala.