Hay frases que jamás olvidaremos, consejos sabios que nos dieron personas más grandes.Palabras bonitas que nos dijeronpersonas a las que queremos mucho, otras más bien alentadoras –de tías, mamás, maestros– y, por supuesto, frasesarbitrarias, antidemocráticas, dignas de dictadores…, cortesía de nuestrospapás.

Aunque a veces son las mismas, sí existe una diferenciaentre las frases de mamá–castrosa (chequen acá) y las de papá-déspota.Aunque las dos gozan de mucha autoridad, sin ninguna explicación aparente, creo que en el fondo sentimos que ellas tienen más razón que ellos.

Papá nos las dice sólo porque nos odia.

Mejor dejo mi terapia para otro día.

Por ahora denle a siguiente.