No sé en qué momento, ni cómo a Toru Iwatani se le ocurrió hacer un juego que consistiera en que un monito amarillo se moviera por la pantalla para comerse las cerezas y evitar a los fantasmas. La verdad es un genio, y los de Namco de seguro fueron los más felices, este videojuego ha prevalecido en la memoria colectiva a través de los años, y no creo que se borre.

La fama de Pac-man es tal que además del juego ha dado vida a otras franquicias como Ms. Pac-man y Baby Pac-man.
Pero el asunto no termina en los videojuegos, también han existido caricaturas y hasta una película. Desde su creación, hasta nuestros días, ha existido Pac-man para el Arcade, todas las consolas, celulares, videojuegos portátiles y hasta versiones flash en la red.