Ya vimos que podemos excedernos con el claxon y las altas
(cada que escribo altas pienso en alitas y me muero de hambre),
llega más allá
insultando gente. Ahora, no vayas
por la ciudad pintando dedo nada más porque sí,

no vayas por la ciudad pintando dedo nada más porque sí,

sólo píntaselo a quienes se lo
merezcan. No está padre reprimir
toda esa ira, sácala, hazle saber que lo que hizo no se vale y que le deseas lo
peor del mundo a su querida madre.
Recuerda que el coche nos da ese sentimiento de invencibilidad, no
importa si nos estamos sacando un moco, cantando Scissor Sisters a todo lo que
da o haciendo señas obscenas, en esa maravillosa burbuja de metal nada nos
puede pasar.
Sin embargo, si
abusas de los insultos te recomiendo estés preparado para lo que viene con el
siguiente punto.