¿Y este qué?
Pues era un niño de 12 años que resultó crucial en una batalla de las tropas insurgentes contra la Armada Real. De no ser porque gracias a que el niño lanzó un cañonazo contra los realistas los insurgentes hubieran sido arrinconados en la población a la que habían corrido a refugiarse, creyendo que su líder Galeana había sido derrotado. A lo ojos del nuestro siglo, la historia de un niño armado sería escandalosísima y seguramente tabú, pero para los años de la insurgencia Narciso Mendoza quedó grabado como héroe.

¿Cómo sería en la peda?
Inquietísimo. Seguramente serías tú el que lo enseñaría a fumar. Mientras, el te confesaría que se trata de su primera borrachera y que muy probablemente su mamá lo va a salir a busca y si lo cacha le va a castigar.