Óleo chocolatoso

Se derriten en la boca, no en tu mano: garantía del chocolate confitado gringo que refriteamos. Logramos la réplica del sabor, la finta en la estructura (no hay diferencia salvo por la “M” de los originales), la cubierta de colores chillantes. Todo se derrumbó: a la hora de ponerse con Sansón a las patadas las Lunetas te dejan todo un cuadro impresionista en la mano. Chocolate-body art. Yeah.