Mientras que la mayoría dela gente estaba ocupada salvando a una princesa o cazando patos, el Nintendo de 8 bits tenía un gran título que se convirtió rápidamente en un objeto de culto. En Metal Storm manejabas a un robot y peleabas contra jefes enormes. Una de las carecterísticas más importantes del personaje es que era capaz de invertir la gravedad. Pero más que ser un truco era una importante habilidad para lograr avanzar en el juego. Si a esto le agregas una de las mejores gráficas de 8 bits y los fondos que daban la sensación de profundidad, era evidente que aquí nacía un clásico del género Mech.

Si tienes oportunidad bájalo y juégalo en algún emulador. Te hará sudar.