Decoración irreverente

Guiados por Dirk Kinet

Al conocer a Dirk Kinet lo primero
que llama nuestra atención es su estilo pulcrísimo que, por supuesto, tiene una
historia.

Lleva un traje Mini Vichy azul y pantalón Seer Sucker. Lo
eligió porque es igual al que usó el archienemigo de Tom Ripley (Alain Delon)
en la película Plein Soleil.
Usa mocasines y, nos confiesa, calzones Zaga. Carga
una maleta de piel por la que le han ofrecido más de 100 euros, pero no la
suelta por ser uno de sus mejores hallazgos.

Un fanático de mercados como Dirk ha desarrollado un ojo
clínico para los objetos que pueden transformarse y transformar su entorno. Nos
pide hacer énfasis en que como decorador, no siempre utiliza antigüedades ni
siempre recurre a mercados para su trabajo, esto depende de los intereses de
cada cliente
.

Pero de que le apasionan los tianguis no hay duda. Considera
que las cosas que ahí se encuentran le dan un toque irreverente y creativo a
los espacios. «No me gustan los interiores pretenciosos donde sabes que todo
costó mucho. Es importante que los objetos hablen de sus historias y que cada
espacio tenga su propia personalidad.»

Alguna vez colocó un tocadiscos antiguo en un café y
comprobó que los visitantes se sentían más cómodos pues tenían el pretexto
perfecto para iniciar una conversación. Para él, esto lo resume todo.

Este tianguis comienza desde Álvaro Obregón, pero a nuestro
guía le atrae más lo que ofrecen en el Jardín Dr. Ignacio Chávez cruzando
Cuauhtémoc. Los puestos se ponen ahí desde 1966 y son famosos por la venta de
muebles de maderas finas como un escritorio de encino de 1920; juguetes como
ferrocarriles alemanes, plumas fuente, relojes, joyería y aparatos antiguos.


Victor Hugo Farías lleva 3 años en este tianguis y ha
logrado acumular artículos desde fines de siglo hasta los 30. Se especializa en
art nouveau y déco.

Algunos puestos parecen escenas de Aladino: lámparas con
pátina, tapetes, muebles dorados. Otros despiertan la nostalgia con fotos
maltratadas en blanco y negro de familias numerosas. Imaginamos que aquellos
rostros yacen en algún panteón de la ciudad.

Describe su estilo como ecléctico. Imparte clases de Arquitectura y Moda en el Centro de Estilismo Aplicado a Interiores y un curso por su cuenta al que llama Sencillament.

Radios viejos que todavía funcionan, posters de las primeras
películas de Silvia Pinal; un taxímetro de la época de los cocodrilos
(esos
taxis negros con dientes simulados). Durante el recorrido nos topamos con esas
remembranzas que le aportan al diseño de interiores.


«Un cubo de luz es básico para que luzca cualquier objeto de
decoración por más extraño que sea»
. Aconseja jugar con las sombras que los
objetos producen.

Nuestro guía se deja llevar por la oferta y hace una lluvia
de ideas para decorar:

«Me encanta usar maletas antiguas apiladas como si fueran
muebles». Improvisa un acomodo de libros antiguos con portadas kitsch como
cuadros sobre la pared. Piernas de muñecas como ganchos para toallas.

Encontramos una pequeña máquina de escribir de 1920 en
perfecto estado a $1520. «Si no estuviera tan bien conservada, los botones
harían increíbles mancuernillas».


Para él, de eso
se trata el diseño de espacios. Encontrar aquello que provoca sin perder el
buen gusto.
En sus búsquedas prefiere venir los sábados a este tianguis y el
domingo a La Lagunilla.

Mercado de Cuauhtémoc. Jardín Dr. Ignacio Chávez, Cuauhtémoc y Dr. Liceaga, Roma, 9 a 15/16
hrs. Metro Niños Héroes.