Come como los dioses en la Fonda Margarita de Tlacoquemécatl.

Son las 5:30 de la mañana. Has sobrevivido a la noche de forma heroica. Pero después de tanto trago, no es recomendable de irte a dormir sin algo nutritivo. De preferencia, algo rico, calientito y casero, preparado con las viejas recetas familiares, algo hecho sobre brasero con carbón, que da calor a todo el ambiente.

Hay un lugar que parece cuartel del ejercito, con mesas comunales, pintado en beige y verde institucional, con techos de metal corrugado. Allí, bajo un altar de la Virgen de Guadalupe, los tres hermanos Castillo Lugo ( María de Jesús, Ricardo y Joel ) llegan a las 2:30 AM para pasar tres horas cocinando con su equipo de siete asistentes.

A las 5:30 abren las puertas de su fonda Margarita, nombrada por su santa madre, que inauguró el desayunadero en los años 40. Hacen comfort food a la mexicana: chicharrón en salsa roja, albóndigas, bistec en chile pasilla, frijoles de olla con huevo, cerdo con verdolagas, pata de res en salsa verde.

Sólo está abierto hasta las 11:30 de la mañana, de lunes a sábado. En las primeras horas, particularmente los viernes y los sábados, llegan gente que han andado de parranda la noche anterior. Luego llegan los que trabajan de noche, principalmente policías y taxistas. Con la cercanía del amanecer entran los burócratas en traje y corbata antes de su jornada, Y después las familias y parejitas. Los precios de los platos varían entre 32 y 39 pesos, con medias ordenes en 21 y 22 pesos.

A Federico le inspiro tanto el ambiente que sacó cientos de imágenes. Hizo todo menos entrar a una olla para tener el punto de vista de un frijol. Pero después de comer albóndigas y chicharrón en salsa verde nos bajó el animo a los dos. Él me llevo a la casa y me sentí como si hubiera sobrevivido a una noche que había durado meses. El sol se elevaba por el cielo: ya era la hora de dormir.