¿Cómo se prepara?

Se trata de esas manzanas que vendían encajadas en un palo con hoyitos y que lucían deliciosa pero, o decepción, cuando convencías a tu mamá de que te comprara una, te dabas cuenta de que sabían asoleadas, bofas y que el estético caramelo no era más que una trampa arranca dientes.

Su modo de preparación es simple, debes calentar azúcar en un sartén hasta que se vuelva líquido y verterlo sobre una manzana peladita y prepárate a sufrir caries.

¿Grado de empalagosidad?

Alto, acá ocurre una contraducción, sí tiene frutita, pero la frutita está pasadita y no tan rica y el caramelo te dará una sobredosis de azúcar sin duda.

Notas relacionadas:

10 chicas chidas de caricatura

13 Galanes de Caricatura

Clichés de la adolescencia