Quejarnos del tráfico no es nada nuevo en esta bellaciudad. Tampoco lo es hablar de él o serhipsters. Son cosas a las que nos hemosido acostumbrando y que, de una forma u otra, no tienen mucha solución ysabemos que un quiebre psicótico es muy factible si no las aceptamos. Es justamente por esta razón, por intentarmantenernos sanos, que quejarnos del tráfico es algo tan común comoquejarnos al despertarnos, es algo que hacemos diario.

De todas formas, si algo puede hacer el tráfico capitalinoes sorprendernos. Todos los días nosencontramos con una molestia nueva y es justamente de eso de lo que trata esteartículo, escrito mientras estaba manejando/estacionado en Constituyentes. Cosas terriblemente molestas que sólo se encargan de hacer de nuestrotrayecto 15,000 veces peor.

Aviso: Intentaremos omitir las obvias como los microbuses,taxis, el tráfico en general, la mala señalización, el pésimo estado denuestras calles, no poder rebasar, etc.

¿Listos pa mentársela al de adelante?, denle a siguiente.