Lo que necesitas:

-Una botella de mezcal (o a falta de: ron, tequila, vodka o whisky). Si la bebida es dulce, no funcionará.

– Compañía (o a falta de: un buró y tu Ipod)

-Gaseosa

Cómo ejecutarla:

Este conjuro debe realizarse un día lunes. Lo puedes aplicar sobre ti como una especie de autoconjuro místico; sobre tus enemigos acérrimos, por aquello de que busques que pierdan su trabajo o, de plano, sobre tus seres queridos (deseándoles que el Dios Baco, que nada tienen que ver con los gitanos pero no importa, les llene de bendiciones).
Para empezar, despeja tu agenda de actividades porque el grado de efectividad va en proporción directa con el tiempo que le inviertas. Por la noche (a partir de las 8) mezcla la gaseosa con la base de la bebida e ingiérela (a mayor cantidad, mayor efecto). Lo ideal es que te provoques o provoques un estado de arrebato místico (de presencia que al día siguiente te deje lagunas mentales y poca cruda).
Una vez realizado este ritual deberá repetirse durante los siguiente siete días repitiendo al primer choque de copas: “Sea la maldición gitana, bebes lunes, bebes toda la semana”.

Grado de dificultad: 2 de 5 (porque los estragos se acentúan conforme avanza la semana).