Durante todo el tiempo que duró la serie nos acostumbramos a escuchar el clásico “¡cuuuu!” que antecedía el título de la serie. Algunos capítulos de la primera temporada incluían musiquita: el pretexto para poner esas canciones era que Hurley había encontrado un discman y él era el que escuchaba esas rolas para nosotros hasta que pasa esto en el capítulo llamado “In Translation”: