¿De qué se trata?
Una deliciosa creación gastronómica que involucra carne y tortillas. Después del concierto siempre saben mejor.

¿Por qué se agradece?
Ir a los tacos es siempre un buen pretexto para seguir pasándola bien, comentar el concierto y de ahí seguir la fiesta.
Después de gritar, bailar, brincar, cantar y enfrentarte a una multitud, nunca caen mal dos de bistec.
Si vas al Palacio o al Foro Sol, te recomendamos los del Pastorcito, quedan muy cerca.

Posibles escenarios fallidos
Junta importantísima el día siguiente. Malos tacos. Diarrea.
El concierto terminó tan tarde que ya no había tacos abiertos.
Eres vegetariano/a. (Siempre está el taco de nopal o la quesadilla, ¿eh?)