El caso de los dudes será enteramente distinto. Un buen día a los creativos de Disney se les ocurrirá que Peter Parker hereda un principado en Italia. De la nada, el buen Spidey se convertirá en un auténtico príncipe azul. De la nada, las chicas caerán enamoradas de estos clichés con patas: ya no será el rudo Wolverine, sino el príncipe Logan de Gales, que se enamora perdidamente de Rapunzel.