Cuenta el dicho que “lo importante no es ganar, sino competir”, y si le hacemos caso al lugar común, entonces estos más de 40 perdedores de categorías actorales que la noche del Emmy regresaron a casa sin la estatuilla dorada son igualmente triunfadores que Claire Danes, Kevin Costner, Julie Bowen.

Si no le hacemos caso, por otro lado, entonces razones sobran para sentirnos decepcionados, frustrados y empobrecidos (especialmente si realizamos apuestas monetarias o de cualquier índole), por ver a nuestros favoritos en la lista de “perdedores”.

Por ejemplo, a Jon Hamm, quien después de cinco nominaciones en la categoría de Mejor Actor sigue regresando a casa quizá sólo con el centro de mesa de la cena posterior. En esta ocasión fue Damian Lewis de Homeland quien le arrebató el premio. ¿Crónica de una derrota anunciada? Puede ser, después de todo, el mismo Jimmy Kimmel en su discurso de apertura del show hizo burla de la forma en la que Hamm se ha convertido en el “siempre la dama, nunca la novia” de los Emmy.

Por otra parte, Kristen Wiig aún cuando se despide de Saturday Night Live no consiguió colocarse victoriosa como Mejor Actriz de reparto en comedia. Mucho se había augurado sobre que la “Bridesmaid” se iba a llevar la estatuilla como regalo de despedida de SNL, pero Julie Bowen por segunda ocasión se colocó triunfadora en la categoría. Mejor suerte para la próxima… no, esperen, ya no habrá próxima.

¿Qué nos dicen de Jim Parsons? Acostumbrado a ganar como Mejor Actor de comedia (dos veces ya en el pasado), el famosísimo Sheldon Cooper le tuvo que dejar su lugar a Jon Cryer (el odioso Alan) en esta primera vez que le tocaba competir como protagonista, luego de que Charlie Sheen se retirara de Two and a Half Men.

Aún más impresionante, Louis C.K., ganador de otros dos premios durante la noche, no pudo más que quedarse con las ganas y llevarse a casa las estatuillas de guión y programa especial de variedad, pero nada para su talento actoral.

Pero quizá los perdedores más sorprendentes de la noche fueron Peter Dinklage (Game of Thrones) y Giancarlo Esposito (Breaking Bad), ambos prácticamente anunciados como únicos competidores en la categoría de Mejor Actor de reparto en una serie dramática, y, sin embargo, el anteriormente ganador Aaron Paul les dijo el famoso “quítate que ahí te voy” en su camino al escenario para agradecer por un premio que, notoriamente, ni él mismo se esperaba.

Por otra parte, Maggie Smith, Claire Danes, Julianne Moore y Julia Louis-Dreyfuss hicieron su recorrido en el Nokia Theatre tal como se veía venir desde el telescopio Hubble para recibir los premios que tenían ya prácticamente dibujados sobre la palma de la mano. “¡Qué predecibles son estos premios!”, anunció Jon Stewart, con algo de soberbia, al pasar a recoger su propia estatuilla dorada. Pues Jon, te tenemos una noticia: Ty Burrell y el resto de los perdedores, que no esperaban un regreso a casa con las manos vacías, no les pareció tu broma.

¿Y a ustedes?