La clásica serie que debe ser citada cuando se habla de series televisivas sobre la familia. Tenía sus momentos de humor, pero en definitiva era seria y a veces llegaba a ser muy triste. Era la vida de Kevin (Fred Savage), aunque aquí ya había problemas más reales como la necesidad de disciplinar a los hijos y la rebelión de estos últimos, romperse el corazón innumerables veces, la rivalidad hostil entre hermanos pero muy por dentro (MUY POR DENTRO), siempre existía esa unión por la que terminaban cenando todos en la misma mesa. También otra de las mejores series jamás creadas, que seguro no sólo te llagó a gustar a ti, sino a tus padres también.