Uno de los grandes consejos que te dan cuando comienzas a gozar de estabilidad profesional y económica es el disfrutar de tu independencia y de los frutos de tu trabajo (y más si eres soltero/a).

Sin embargo, la diferencia entre los costos de una vivienda alquilada y tus ingresos hace más difícil el poder tomar la decisión de vivir completamente solo/a y hacerte cargo de todos los gastos que esto conlleva.

El estudio más reciente de Dada Room sobre la tendencia de compartir departamento en México reveló que un 23 por ciento de los encuestados que viven con roomies tiene más de 30 años, incluso cuando la mayoría se independizó a los 23.

Este esquema de compartir el espacio con una o más personas es una estrategia inteligente para cuidar el dinero, sin embargo, ¿vale la pena hacerlo durante los treinta y tantos? Es una decisión personal, pero es importante tomar en cuenta lo chido y lo chafa:

Lo chido

  • No importa la edad, siempre vas a ahorrar: Vivir con roomies permite reducir el monto promedio dedicado a la renta en un 24 por ciento, esto ayuda a no gastar más del 30 por ciento de los ingresos en renta, tal como recomiendan los expertos en finanzas personales.
  • Compartes experiencias enriquecedoras: Dicen que un “treintón” tiene muchas anécdotas para contar y compartir. Este tipo de interacciones con los roomies no sólo ayudan a sobrellevar el estrés del trabajo, también pueden generar ideas de nuevos negocios u oportunidades profesionales que no se tenían contempladas.
  • Puedes vivir cerca del trabajo: Compartir departamento es una buena forma de poder costear la renta de un departamento con ubicación conveniente. La satisfacción de vivir cerca del trabajo no tiene por qué estar sujeta a desembolsar una gran cantidad de dinero.

Lo chafa

  • Encontrar al roomie perfecto es complicado: Buscar un buen candidato para compartir departamento ahora es más fácil que antes; sin embargo, después de los 30 las expectativas y las preocupaciones cambian. Debes invertir tiempo en encontrar a alguien (o varios) con una solvencia económica como la tuya y una capacidad sólida de pago.
  • La privacidad no es la misma: ¿Una noche romántica con tu pareja? Suena bastante complicado con compañeros de departamento que viven con diferentes horarios y actividades. Después de los 30, la privacidad que buscas es mayor, y vivir con roomies definitivamente requiere una mejor organización y sincronización.
  • Puedes malacostumbrarte a gastar: Si no organizas y monitoreas tus gastos al vivir con roomies, puedes, sin darte cuenta, caer en un un tren de gasto que no es el que corresponde a tus ingresos. Los expertos recomiendan construir un fondo de emergencia de entre 3 y 6 meses del ingreso, pero si estás malacostumbrado, será más difícil lograrlo cuando vivas completamente solo.

En todo momento, compartir departamento es una alternativa eficiente para ahorrar dinero, pero hay que estar conscientes de las reglas de convivencia, el manejo de los gastos y sobre todo, de las limitaciones a las que te puedes enfrentar viviendo en “el tercer piso”. La decisión es tuya.

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