¿Por qué nos gusta?

Acá se aventó un look lolita y le agregó un plus: peluca morada y su séquito de chicas vestidas de colegialas y con medias y ligas. Es el inicio y el fin de todas las fantasías masculinas. La coreografía no era del otro mundo. Y no, tampoco se meneaba como gusano en comal caliente, al contrario, lo hacía suavecito. Hot!