Pobrecita Britney: cada vez le va peor. Ya nomás le falta que se convierta a la cienciología y se agarre una novia lesbiana para declarar ahora sí la alerta roja (auque hay quien dice que ya se declaró hace muchos años).

A raíz de su último tropezón -pasearse sin bra por Londres-, nos pusimos nostálgicos y recordamos aquellos buenos tiempos cuando Britney era realmente la princesita del pop.