Todo el punto de un anuncio es que te guste y te acuerdes de
lo que te están vendiendo. Y
normalmente la publicidad en México no deja mucho para que nos acordemos diciendo
"uf, qué bueno estuvo", seamos honestos, nuestra publicidad en general es malona
con algunas excepciones. Pero hay
algo que siempre recordaremos sin importar lo que nos pareció el anuncio: el
jingle, osease la cancioncita.

Si te van a vender algo, la mejor forma para que sea
imposible sacártelo de la cabeza es una tonada pegajosa y simple para que lo
estés cantando todo el día y en cuanto alguien más lo escuche te acompañe. Muy molesto pero funciona.

A continuación algunos que nos marcaron para siempre y que
sabemos si cantamos en algún lugar, por lo menos 3 personas más se van a unir
al coro.

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