¿Qué significaba?
Este elegantísimo apodo es un derivado del piropo “estás bien rica, mami”. De ahí el: “Está tan, pero tan rica, que es millonaria”.

¿A quién se lo decían?
Le decíamos “La millonaria” a la más rica del salón de clases. Es decir, a la que tenía las piernas mejor torneadas, a la de mejor busto y cara de ángel. A ella, la de la cinturita pecaminosa, que sabiéndose “rica” se vestía adecuadamente para arrancar suspiros y albures ñeros.