Hay muchas cosas que nos convierten en seres totalmenteegoístas y envidiosos, sin preocupación alguna por los demás. El mal humor causado por la falta desueño, las drogas que nos ponen violentos, y sobretodo el hambre. Cuando morimos de hambre no nos importa de quién sea la comida, nos la vamos a tragar.

Cuando morimos de hambre no nos importa de quién sea la comida, nos la vamos a tragar.

Y no, entiendan, el refri de la oficina no es nuestro.Toda esa comida que los demás hicieron con gran esmero, no nos pertenece. A estas alturas de la vida ya no aplica robarte la comida de los demás como cuando se robaban el lunch en secundaria porque su mamá sí los quería a ellos y les mandaba cosas ricas. No más, señores, respeten la comida de los otros yahórrense que alguien le ponga laxante a su pasta porque ya sabe que se la van a robar.