Tus papás y maestros se vuelven totalmente obsoletos esa semana. Todo el año te están diciendo a qué hora llegar, con quién
llevarte, qué ponerte y que por favor te den menos reportes. Pues qué creen señores padres y
maestros, su autoridad se convierte en un chiste la última semana de
clases. ¿Tengo que llegar a las
2? No llego a dormir. ¿Tengo que pasar todo en primera vuelta
para irme de viaje a Canadá? Ya me fui a 4 extraordinarios y no te he
dicho. ¿Voy tarde a clase? En
cuanto llegue a la escuela me largo de pinta. ¿Me vas a bajar otro punto?
Todavía me quedan 2. ¿Soy adoptado?
No me importa, estoy borracho.

Asumo que ha de ser un poco complicado como papá y/o maestro
pero siendo muy honestos ellos saben perfecto lo que pasa y parte de pasarnos
su autoridad por el arco del triunfo es porque ellos nos dejan.
Es una semana de todo se vale y las personas
que ya lo vivieron lo saben mejor que nadie. Eso sí, no importa la cantidad de libertad que les den, se
las van a acabar cobrando tarde o temprano, sobretodo en la primera fiesta del
año que sigue. O en el caso de los
maestros, si alguna vez les vuelve a tocar ése o le toca estar de suplente,
ustedes estarán pensando que tal vez aventar ese rollo de papel de baño a media
clase de Cálculo no fue tan buena idea.

tal vez aventar ese rollo de papel de baño a media clase de Cálculo no fue tan buena idea.