Juárez sin mitos

Ruy FebenTe sorprendería saber que el Benemérito estuvo a punto de ceder
territorio y que su apoyo era para extranjeros. ¿Qué tan héroe es
nuestro héroe?

La lección nos la impartieron desde la primaria:
Benito Juárez parecía el personaje más épico de la historia mexicana.
No sólo salió de Guelatao, Oaxaca, siendo un indígena, para convertirse
en el primer gran personaje liberal de la historia. Separó la Iglesia
del Estado (aunque hoy parezca que eso nunca pasó), promulgó las Leyes
de Reforma, expulsó a los franceses. Todo un héroe, intocable. Incluso,
cuando Manuel "Loco" Valdez se refirió a él como "Bomberito Juárez", el
comediante fue vetado por Televisa por orden de la Presidencia. Pero,
¿está nuestro prócer libre de pecado?

Primero: se dice que tuvo la intención de vender territorio, como lo
hizo Santa Anna.
Le preguntamos a José Antonio Crespo, doctor en
Historia y autor del libro Contra la Historia Oficial. Y la respuesta
es más bien inquietante: «Juárez nunca tuvo la intención de vender
territorio, pero sí la de ceder tierras del norte del país a los
soldados estadounidenses que lo apoyaron para expulsar a los franceses
de México. Curiosamente, el que lo disuadió fue el Secretario de Estado
norteamericano, William Seward». Existe la leyenda que sostiene que
Juárez estuvo a punto de realizar un exterminio de indígenas en el
país.
Nos dice Crespo: «Hasta donde sé, Juárez nunca tuvo la intención
de hacer genocidio. Pero siempre apoyó más a los extranjeros que a los
mexicanos en asuntos comerciales e inversiones, por ejemplo.
Curiosamente, quien en ese tiempo intentó hacer más por las comunidades
indígenas fue Maximiliano, sólo que la burocracia y el poco tiempo en
el poder se lo impidieron».

Y sí: a pesar de ser el héroe del Estado Laico, Juárez era católico
acérrimo, al grado de escribir cartas defendiendo el diezmo para los
sacerdotes en Oaxaca, y la realidad es que la idea de las Leyes de
Reforma se la debemos más a Melchor Ocampo que al propio Juárez.
Tampoco era el héroe de la legalidad, como nos dice el Dr. Crespo, «ni
del sufragio efectivo, ya que se reeligió varias veces». Incluso, en
una carta a Clemente López, del 30 de agosto de 1867, Benito asegura
que «el Gobierno (su Gobierno) desea obrar de acuerdo enteramente con
la opinión pública», más que a la ley. De cualquier modo, el Dr. Crespo
asegura que Juárez sí merece su lugar en la historia: «fue
sobresaliente, pero tenemos que entender que es un personaje de carne y
hueso».
-RUY FEBEN

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