Sobrenombre: El Padrino narcosatánico

Asesinatos: Más de 11 muertos.

Historia

En 1989, el hallazgo de una serie de brutales asesinatos cometidos en Tamaulipas conmovió al mundo. En el rancho Santa Elena, refugio de una banda de narcotraficantes ubicado en las afueras de la ciudad de Matamoros, yacían los cadáveres mutilados de 12 personas, entre ellos el estudiante estadounidense Mark Kilroy. Los cuerpos estaban descuartizados, y se les habían extirpado el corazón, el cerebro y la espina dorsal como parte de sangrientos rituales del culto afrocubano, Palo Mayombe, efectuados con el fin de obtener protección sobrenatural para importantes narcos mexicanos ahijados de Adolfo de Jesús Constanzo, “El Padrino.”

Los medios llamaron a la secta de Constanzo, los Narcosatánicos. Ubicados en un departamento en la colonia Cuauhtémoc, comenzó una balacera en la que Constanzo se suicidó y fueron capturados Sara Alrete, a quien la prensa llamó “la concubina del diablo” y “la madrina” fue detenida y sentenciada a 647 años de prisión. Actualmente se encuentra detenida en el Reclusorio Femenil Oriente en el D.F. Álvaro León Valdez, cumple prisión por asesinato doloso y narcotráfico. Omar Ochoa, murió de Sida en la prisión.