¿Cómo lo fabrico?

Supongamos que te acabas de mudar de casa, y HORROR: no hay clóset. Para que no tengas que aplicar el fatídico roperazo, hay una solución muy simple: lánzate a la Central de Abasto, o al mercado más cercano a tu barrio, y compra unos ocho huacales (la pieza está como a peso, verídico). Acto seguido: límpialos, líjalos, píntalos con pintura en aerosol en colores vistosísimos y variados, como rosa y verde, y luego barnízalos. Acomódalos unos junto y debajo de otros. Te vas a sorprender de lo bien que se ve.

¿Qué look estoy buscando?

Seamos sinceros. Este look es más bien hippiosón/ecologista. Ideal para las casas coyoacanenses o sureñas que se las dan de reciclar todo lo que pasa por sus manos.

Tip chilango de corazón

No te limites al clóset. También las puedes usar como sustituto de alacena. Ponle unas cortinitas para que nadie vea la cantidad insultante de comida grasosa que consumes. Y si no los necesitas, ya sea porque tienes tanto clóset como alacena, úsalos nomás porque sí, como libreros. Acomodados en forma desigual pueden albergar libros, floreros, portarretratos…