Si el índice de calidad de vida pudiera medirse por la cantidad de personas que pasean perros por las calles, la Guadalupe Inn se llevaría los primeros lugares. Tomando en cuenta que la colonia es una estrecha franja entre dos monstruos, Insurgentes Sur y Revolución, es sorprendente su grado de conservación. Esto es, aquí la mayoría de las casas están habitadas, la construcción de condominios nuevos es prácticamente inexistente —si ese tipo de espacio es lo que necesitas, la vecina San José Insurgentes tiene para dar y repartir— y las oficinas disfrazadas de residencias todavía no han inundado.

«Es un lugar de viejitos», dice Mariana, atlética dieciochoañera con, claro está, un perro a su lado. Pero con eso no expresa algo negativo. Ella aprecia la tranquilidad. Nosotros apreciamos el minúsculo taller de bicicletas que lleva allí, por lo menos, 15 años. La ingenua placita de pueblo que el cura de la única iglesia intentó recrear en la glorieta de Manuel M. Ponce, la calle más importante. Los rincones densamente arbolados, las fondas, las tiendas modestas de decoración, las tortillerías… y El Juglar, la “cafebrería” original, que integra un videoclub y foro teatral. Este lugar es un vestigio apreciable de los tiempos del fenómeno “Cultisur” de los ochenta, cuando la zona de San Ángel, Coyoacán y Ciudad Universitaria monopolizaban la oferta de cultura progre. El Juglar es el faro de la Guadalupe Inn, aunque el Instituto Cultural Helénico y el Museo Carrillo Gil aportan lo suyo para lograr una gran cantidad de cultura por metro cuadrado.

«El problema más grave que tenemos son las banquetas saturadas. Los valet parking de Insurgentes estacionan los autos en nuestras calles», dice Josefina, quien lleva viviendo aquí 30 años. Sí, suena como un inconveniente molesto, pero no demasiado grave, la verdad. La Guadalupe Inn es un refugio.

Si consigues rentar o comprar en uno de los condominios horizontales —es la nueva forma que han adquirido muchos terrenos de las casonas originales—, tendrás suerte.

  • Tipo de oferta inmobiliaria: Reconversión de casas en condominios horizontales u oficinas. Poca oferta de departamentos.
  • Precio por m2, en promedio: Oferta típica: casas de 400 m2 aprox., con un precio unitario de $4 millones hasta $11 millones. En departamentos, $12 mil hasta $17 mil, por 165 m2, aproximadamente.
  • Los expertos de Softec opinan: “Tradicionalmente es una colonia de baja densidad, con buena conservación, muy deseada por su imagen urbana. Un 35% de las familias que allí viven, rentan. Eso es tres veces arriba del promedio nacional.”

Calles destacadas: Miguel Palmerín, Miguel Lerdo de Tejada, Manuel M. Ponce.

Otras colonias recomendadas si te gusta la Guadalupe Inn: San José Insurgentes, Florida.