Esta vez no nos referimos a Cristian Castro sino a Enrique Peña Nieto, el gallo del PRI a la Presidencia en 2012, quien está más que tranquilo –diríamos sonriente y feliz– porque su competencia, o sea los “precandidatos” del PRD, están peleándose entre ellos sin avanzar el mínimo punto porcentual en las preferencias electorales.

Y es que la semana que pasó, el jefe de Gobierno del DF, Marcelo Ebrard, se aventó otro de sus chistes –que por cierto, cada vez son más recurrentes–: dijo que quiere debatir con Andrés Manuel López Obrador para definir al candidato de la izquierda a la Presidencia del 2012. O sea,¿el candidato lo decidirá López Obrador?

Aunque también pidió hacer un sistema de encuesta "y simplemente sujetarnos al resultado de quien resulte favorecido”.Cuando vemos este tipo de declaraciones, nos damos cuenta de cómo en unas semanas perdimos a un jefe de Gobierno y ganamos un candidato.

La única certeza que tenemos es que el nombre del candidato presidencial se dará a conocerentre marzo y mayo.