Zona de Guerra

Si las cosas hubieran salido como las planeó, su proyecto «Soluciones Viales» para el poniente del DF estaría listo en dos meses más. Pero eso no va a ocurrir. En el campo de batalla el panorama para Gabriela Cuevas, delegada en Miguel Hidalgo (MH), es sombrío: no sabe si continuar en la vida pública, hay vecinos que no la toleran y su gobierno será recordado por los centenares de árboles talados.

La funcionaria me recibe el lunes 2 de marzo, minutos después de que en rueda de prensa anunciara que la juez del Tribunal de lo Contencioso Administrativo del DF, María Espino, le ordenó suspender las obras en F.C. de Cuernavaca y Ejército Nacional, el polo oriente de sus adecuaciones viales que irían de Polanco a Las Lomas.

Tras una inspección ocular solicitada por el Liceo Franco-Mexicano, la juez consideró que los trabajos de excavación eran riesgosos por los ductos de Pemex que se encuentran en el subsuelo de las instalaciones educativas.

Camino al despacho de Cuevas paso por donde está la maqueta de su plan vial: los cerca de cuatro kms de Paseo de las Palmas, en la colonia Lomas de Chapultepec, y su continuación en Polanco, avenida F.C. de Cuernavaca. Sobre Palmas hay cinco deprimidos. El primero evitaría los semáforos en los cruces de esa avenida con Reforma y Bosque de la Reforma. Según la delegación, los pasos subterráneos desahogarían los embudos en cuatro puntos más.

La otra gran obra es el distribuidor frente al Centro Comercial Pabellón Polanco y el Liceo Franco-Mexicano. Ahí habrían un túnel y un puente para disminuir el tráfico en Ejército Nacional.

Cuando entro a su oficina, Cuevas habla por teléfono, con desánimo, sobre el estado de su iniciativa vehicular. La funcionaria de 30 años que gobierna a 353 mil capitalinos —muchos de los más ricos del país— levanta los hombros en un gesto de resignación y cuelga, antes de iniciar la entrevista.

—¿Que significa el proyecto vial en su carrera?—, pregunto.

—Arreglar un problema de tráfico. Desafortunadamente, las horas corren en contra (del proyecto).

—Los vecinos aducen que Lomas se convertirá en una zona de paso.

—El plan no busca dar una solución a quienes pasan por MH, sino a los que viven ahí. Si alguien sale de Bosques a las 8 pm, pierde 40 minutos en llegar a Reforma.

En el rostro de la funcionaria hay señales de hartazgo, pero habla pausada, con serenidad. Atrás suyo, en lo alto de su ordenada oficina, está el retrato oficial del presidente Felipe Calderón.

—¿Es ambiciosa?

—Tengo sueños, pero no sé en qué momento me den ganas de retirarme a mi casa. No sé si esto sea para siempre; si pensara que la grilla es para siempre estaría en la misma irrealidad de los políticos que se aferran a los puestos.

SIN CONSENSOS

La forma en que Cuevas ha defendido su proyecto parece haber dejado al PAN un saldo negativo. El mes pasado, el presidente de ese partido, Germán Martínez, acordó con su Comité Ejecutivo Nacional que el aspirante a gobernar MH no perteneciera al blanquiazul, y ofreció a Demetrio Sodi ser candidato a la jefatura delegacional.

—¿Hay riesgos de una derrota si el candidato es un panista?, pregunto a Sodi.

—Hay comentarios sobre eso.

—¿Qué piensa de la gestión de Cuevas?

—Funcionó en cosas como la limpieza y tuvo dos obras muy polémicas que no lograron los consensos. Faltó explicar a la gente de qué se trataba.

—¿El problema fue de gestión política?

—Los funcionarios no estamos para inventar obras sino para responder a peticiones de la gente. Es mejor perder meses en negociación que en obra.

La designación de Sodi podría ser una suerte de censura a la gestión de Cuevas. La página web que ese político dirige, Ciudadanos en Red, ha prestado su foro a Salvo Lomas y Amigos de Polanco, los organismos que han luchado con más encono contra el proyecto vial. «Dimos muchísima difusión a todo lo que hacían los vecinos, con los que tengo muy buena relación —admite el ex candidato al gobierno del DF—. Hubo molestia de la delegación, que sintió al portal en contra de los deprimidos.» Pese a la situación tirante con MH, Sodi reunió a funcionarios de la delegación y colonos un par de veces durante 2008: «No se llegó a un acuerdo», admite.

De 2006 a la fecha, ya sea como cabeza de Ciudadanos en Red o como invitado a eventos del PAN-DF, el ex senador se ha reunido con Cuevas —34 años menor que él— unas 10 veces. «Hay una relación profesional amistosa», aclara Sodi.

NOS TOMÓ LOS PIES

«He visto tu carrera y me caes bien: eres joven y aventada. Pero estás obligada a hablar con nosotros porque te pagamos. Te guste o no.» Gabriela Cuevas, delegada en MH, oyó la petición de la productora teatral Ernestina “Tina” Galindo —conocida habitante de Las Lomas— para dialogar con los líderes vecinales que luchan contra su plan vial.

Días antes, Joaquín López Dóriga había sostenido en Radio Fórmula una áspera entrevista con Cuevas, a quien recriminó molesto que para el proyecto ejecutivo contratara a Riobóo, la empresa con que López Obrador erigió una obra «de quinta»: el segundo piso del Periférico. «(Tu decisión) es un desastre», le soltó el periodista.

Cansada de la disputa mediática y la violencia en su colonia, “Tina” tomó el teléfono y llamó a Televisa —donde tiene «un gran amigo»— para que desde ahí persuadieran a Cuevas de aceptar un encuentro. En enero pasado, la panista entró dos veces a Televisa Santa Fe porque un directivo la convenció de reunirse con los colonos. «Asumí un compromiso (de secrecía), pero una gran persona, que no fue Emilio Azcárraga Jean —aclara Galindo—, le hizo ver a Gabriela que no se podía pelear con el mundo.»

Cuevas, finalmente, asistió a la reunión con Salvo Lomas, cuya líder es Trinidad Belaunzarán o “Trini”. Ahí, el dueño de Sistemas Integrales de Gestión Ambiental, Leonardo Martínez, economista urbano que asesora a los colonos, criticó el plan vial porque, entre otras cosas, creaba «tráfico inducido.» «Cuevas quería que aceptáramos los proyectos de Palmas-Reforma y Ejército Nacional a cambio de no hacer los otros deprimidos en Palmas», señala Francisco Belaunzarán, directivo de Banamex y hermano de “Trini”.

Luego de cuatro álgidas horas de forcejeo verbal, la delegada aceptó reelaborar sus planos en los puntos más polémicos: el cruce de Palmas y Reforma, y la entrada a Bosques de Las Lomas, y evaluar algunas propuestas de su contraparte, como instalar semáforos inteligentes. Desde entonces, Cuevas y los vecinos se reunieron una vez más en Televisa, y luego en las oficinas delegacionales y un restaurante chino. La armonía parecía gobernar.

La bandera blanca sólo ondeó unos días: Cuevas continuó las obras. «Le dimos la mano —dice Francisco— y nos tomó los pies.»

PORTERO, DELANTERO...

Cuevas, politóloga egresada del ITAM, casi no se comunica con la dirigente del PAN-DF, Mariana Gómez del Campo (quien no respondió a una solicitud de entrevista), no se habla con Ebrard y casi no se vincula con los diputados locales de su zona. La defensa a ultranza de Soluciones Viales le ha creado una imagen que oscila entre una férrea luchadora y una mujer obsesiva. No obstante, hasta marzo pasado el Comité Ejecutivo del PAN la tenía prevista como candidata a la Cámara de Diputados o a la Asamblea Legislativa.

«En términos de una mujer ejecutiva, joven y valiente es la mejor representante del PAN en el DF —dice Juan Ignacio Zavala, jefe de la campaña publicitaria de ese partido—. La batalla burda del GDF en su contra hace de Gabriela el gran personaje que es. Llevará una representación digna contra los gobiernos misóginos del PRD.»

Sin embargo, su correligionaria, Margarita Martínez Fisher, diputada del PAN por el Distrito 14 de MH, rechaza que Cuevas sea una política modelo. «Gabriela es como un partido de fútbol en el que el portero es ella, el delantero es ella y el árbitro es ella. No sabe hacer equipo.»

—¿Qué relación tiene Cuevas con los legisladores de su partido?

—Nula—, responde Martínez Fischer.

—¿Por qué?

—No lo sabemos, no hemos podido hablar con ella.

En la entrevista, la delegada habla con tal autocontrol que sus contestaciones parecen estudiadas. Cada vez que puede señala a Ebrard como el hombre que por «intereses partidistas» le hace la vida imposible. En la oficina de esta mujer con fama de pocos amigos hay una mesa llena de arreglos florales.

—¿Tiene enemigos?—, cuestiono a Cuevas

—Tengo enemigos poderosos, empezando por el jefe de gobierno.

—¿Cómo qué político no le gustaría ser?

—Hay gente muy fea en el país.

—¿López Obrador?

—No soy tan visceral como algunos creen.

—La comparan con López Obrador...

—No sé si es bueno o malo, porque los políticos vamos y venimos...

—¿Esta obra son sus segundos pisos?

—Soy tenaz, disciplinada y empeñosa... no es lo mismo que necia.

Ductos de la discordia

Para justificar los trabajos con maquinaria pesada, Cuevas suele exhibir los convenios del gobierno de Ebrard con MH, donde están las firmas de varios secretarios capitalinos. Sin embargo, las clausuras constantes del GDF han hecho que sus obras avancen a trompicones.

El subsecretario de Gobierno del DF, Juan José García Ochoa —hasta hace poco el enlace entre Cuevas y Ebrard—, revela: «Se empieza la obra y luego se verifica si cuenta con todos los requisitos. Así hacemos en todas las obras del DF.» Absurdos de la burocracia.

—¿El asunto es un pleito entre el GDF y MH?—, pregunto al subsecretario.

—MH ha querido vincular la inconformidad vecinal con un auspicio de algunas autoridades centrales. No es así.

— La postura del GDF no queda clara: lo mismo emite permisos que clausuras...

—Los vecinos han presionado a la Secretaría del Medio Ambiente para que revise las autorizaciones otorgadas, a la Secretaría de Protección Civil para que determine los riesgos de explosión (por los ductos de Pemex) y exigen ver el proyecto ejecutivo de la obra, que nadie sabe dónde está.

El Liceo Franco-Mexicano, enclavado en la zona de obras, interpuso una demanda contra la manifestación de impacto ambiental que permitió a Cuevas seguir los trabajos. Claude Le Brun, presidente del patronato del colegio, basa su defensa en los riesgos por las líneas de PEMEX en el subsuelo. «Si se perforara un ducto —indica el secretario de Protección Civil Elías Moreno— la explosión abarcaría un km a la redonda y mataría al 90% de las 4 mil personas que viven o trabajan en la zona.»

BOMBA DE TIEMPO

A medio año de que «mi carroza se vuelva calabaza» —como Cuevas dice— y deje MH, tiene tres enemigos: el tiempo, los vecinos y el GDF.

Si no hay adecuaciones viales, el norte de Polanco puede tener pronto serios problemas. Atrás del centro comercial Antara —un área donde hasta hace dos años operaba una planta industrial de Telmex, Vitro y General Motors—, hoy ya se levanta el majestuoso Nuevo Polanco, complejo habitacional, comercial y corporativo integrado por unas 40 torres con 5 mil departamentos residenciales. El complejo abarca las colonias Irrigación, Granada, Ampliación Granada y Anáhuac. Si cada familia que viva ahí posee dos autos, por las estrechas calles de Polanco circularán 10 mil coches más en 2010.

El área es copropiedad de BCBA Impulse (de María Asunción Aramburuzabala) y CCICSA (de Carlos Slim), además de Grupo Lar, Decosa, City Towers y Grand Polanco. A todas estas empresas se les pidió una entrevista sin que hubiera respuesta.

Sólo el complejo del Grupo Lar tendrá de 2 mil 500 a 2 mil 800 departamentos. El master plan de ese proyecto es obra del despacho Legorreta + Legorreta, propiedad del afamado Ricardo Legorreta, uno de los seis arquitectos que Cuevas eligió para formar su Consejo Asesor de Arquitectura y Desarrollo Urbano, que la asesoró en la elaboración de su proyecto vial.

Cuevas niega haber contribuido al alzamiento de Nuevo Polanco —una suerte de bomba de tiempo vial—, pues desde 2004 la delegación se limita a recibir la manifestación de construcción que da la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi).

—¿Los desarrolladores te han dicho que necesitan tu proyecto vial?

— Jamás.

—¿Qué pasará con Nuevo Polanco si tu obra...

Cuevas interrumpe. Impaciente, suele frenar las preguntas.

—Que ninguna construcción del DF esté sujeta a obras viales es una desgracia no sólo vial —añade—, sino de agua y drenaje.

—¿Cuál es el panorama en la zona con 10 mil autos más?

—Habrá mucho tráfico como en Reforma Centro y Santa Fe. Pero (los desarrollos de Nuevo Polanco) son legales.

—¿Nunca te acercaste a los desarrolladores para que te apoyaran?

— El plan jamás fue hablado con ellos.

El corredor de Palmas al que desea volver eje de flujo continuo no es ni el más grande ni el más transitado por los capitalinos, pero los reflectores que atrae sólo se comparan a los del segundo piso del Periférico.

El subsecretario de Gobierno perredista Juan José García Ochoa, el grupo de la presidenta del PAN-DF y los asambleístas del blanquiazul dicen haber intentado sin éxito que Cuevas negociara con los vecinos.

La reunión que Televisa forzó pareció cambiar su actitud. Al final, Salvo Lomas le arrancó la promesa de reajustar el plan de los deprimidos en Palmas y Reforma, mientras ella seguiría con los trabajos menos agresivos.

—¿Cuáles fueron esa vez los acuerdos con los vecinos?—, cuestiono a la delegada.

—Me comprometí con ellos a no hacer pública esa minuta. Hay acuerdos firmados y se están respetando.

Pero los vecinos coinciden en haber sido “engañados”, pues las obras continuaron sin alteraciones: «Gabriela es muy cínica —dice Francisco Belaunzarán—: te miente sin que se le mueva una pestaña.»

Al final, en el fragor de la batalla aquel encuentro en la televisora sólo fue una breve tregua.

AMIGOS DE PARRANDA

En diciembre de 2003, el gobierno de Fernando Aboitiz, delegado en MH, anunció que construiría lo que llamó «pasos vehiculares deprimidos» en Reforma y Palmas para desahogar el tráfico. El plan, de 45 millones de pesos, fue parte del presupuesto delegacional de 2004 y consistía en un túnel de 5.5 y otro de 11 metros de profundidad. Aboitiz realizó una encuesta vecinal: votaron sólo 611 personas, y 59 % lo aprobó. La entonces diputada Cuevas y el escritor y ecologista Homero Aridjis fueron tenaces opositores a los túneles. «No por el hecho de que seamos del mismo partido tenemos que compartir las decisiones», dijo Cuevas a Reforma. La asambleísta ayudó a que el proyecto se cancelara.

“Trini” dice que desde que Cuevas se opuso a la iniciativa de Aboitiz sintió afinidad por ella. La líder de Salvo Lomas —miembro de una familia de raigambre priísta y nieta del ex gobernador queretano Manuel González de Cosío— recuerda que se acercó a la joven por primera vez en 2006, tras un acto de campaña por la jefatura delegacional. Le dio un recado donde se presentaba como dirigente y le pedía una cita. No hubo respuesta, pero aún así le dio su votó.

Apenas asumir su cargo, la delegada recibió varios emails de Francisco Belaunzarán, hermano de “Trini”, en los que le sugería tres adecuaciones viales en Las Lomas «sin tocar Palmas y Reforma.» La delegada nunca lo llamó.

En 2007, cuando Ebrard anunció la construcción de la Torre Bicentenario, ambas acordaron luchar hasta que el GDF desistiera del proyecto. Trinidad, Cuevas y personajes como Denise Dresser, Germán Dehesa y Alberto Székely formaron el grupo “Defendamos al Bosque y la Ciudad”, que hizo naufragar al proyecto del GDF.

La buena relación de Cuevas con la crème de Polanco y Lomas iba más allá. La delegada salía de fiesta con el líder vecinal Juan Álvarez, cabeza del organismo Amigos de Polanco —hoy uno de sus rivales —, con quien visitaba la zona del Parque Lincoln. «Éramos amigos de parranda, pasábamos mucho tiempo juntos y nos presentábamos amigos», dice Álvarez. Ahora, a esos antiguos amigos no los llama por sus nombres sino: «una de las asociaciones de MH.»

—Dice Juan Álvarez que eran cuates...

—No es un tema de odios ni amores —responde Cuevas—: es una obra pública.

PROYECTO APROBADO

Para cruzar Palmas y Reforma un automovilista tarda en promedio 25 minutos, según MH. Es decir, vive en el crucero 4.5 días al año.

Para 2007, El Grupo Riobóo asesorado por Ricardo Legorreta (ambos rechazaron hablar con Chilango) realizaba el proyecto ejecutivo de los deprimidos, usando elementos del plan vial lanzado por la delegación en 2003. La delegada, incluso, recuperó aquel título usado por Aboitiz: “deprimidos”. El nuevo plan no tomó en cuenta las sugerencias del hermano de “Trini”, su aliada.

Hace un año, la comunicación entre Cuevas y “Trini” se reactivó con varios emails, de los que Chilango tiene copia. «Gaby —le escribió—, el miedo [es que] si se incentiva que más vehículos circulen por Reforma o Palmas para llegar a Periférico (en lugar de tomar vías alternas como Constituyentes o Conscripto), Lomas va a convertirse en un gigantesco nudo vial.» Cuevas respondió: «Cuando tengamos los recursos informaremos del proyecto. Si la mayoría no quiere, no se hace y seguimos en el mismo caos. No es un capricho de la delegación, sino una solicitud reiterada de los vecinos. Decidan.»

Pero el 22 de marzo Cuevas parecía querer calmarla: «Trini, el presupuesto y los permisos para el proyecto los ha tenido denidos (sic) el GDF desde hace un año. No planeamos hacer nada ni desgastarnos hasta que el proyecto realmente sea viable. Saludos.»

En realidad, el proyecto estaba en marcha. Desde mediados de 2007 Setravi lo corregía técnicamente. Y en enero de 2008, Ebrard y Cuevas se habían reunido para establecer cómo se coordinarían las obras. «Cuevas me mintió», dice Trinidad.

La delegada aplicó en junio pasado una consulta vial. Fue respondida por 16 mil 250 personas, es decir, 4.6 % de la población de MH. El 71 % aprobó las adecuaciones.

Al volver de unas vacaciones, Trinidad manejaba su vehículo por Palmas, cuando vio una manta de un grupo de vecinos advirtiendo el inicio de los trabajos. Preocupada, llamó a Cuevas: «pero no me contestó.»

El 5 de junio de 2008, Reforma publicó antes que nadie la nota titulada «Aprueban túneles Reforma-Palmas». En la nota, el subsecretario de Programas Metropolitanos del GDF, Héctor Hernández, confirmó que Cuevas recibiría hasta 90 millones de pesos para el complejo de túneles que databa de 2004, y cuya nueva versión correría a cargo de Grupo Riobóo, el de los segundos pisos. «Sí vamos a hacer el proyecto en Reforma y Palmas —declaró el funcionario— (...) ya está el proyecto ejecutivo.»

El 9 de junio, Cuevas confirmó la noticia en conferencia de prensa y presentó un proyecto más amplio, que incluía obras en otros cuatro puntos sobre Palmas y un distribuidor vial frente a Pabellón Polanco. Sergio Aníbal Martínez, director general de Planeación de la Setravi, confirmó a Reforma la aprobación del GDF: «Cumple con las expectativas y la normatividad.»

Belaunzarán inició entonces su lucha.

EL FRESNO HISTÓRICO

Una mañana del otoño pasado, el «fresno de Elizondo», un símbolo de Polanco, no estaba en el sitio donde vivió más de 80 años: una pequeña isla de tierra en el cruce de F.C. de Cuernavaca y Ejército Nacional, justo el área prevista para la obra. De unos 25 metros de altura, se alzaba frente a la antigua Panadería Elizondo. La brutal tala del árbol que había sobrevivido desde la época de la Guerra Cristera encendió la ira vecinal.

«La delegada me dijo que lo derribó porque sus raíces estorbaban ductos de combustible», dice Daniel Gershenson, dirigente de la AC ecologista Alarbo. Cuevas lo niega: «El fresno lo quitó la Dirección General de Servicios Urbanos (DGSU) del GDF.»

Pero en la DGSU, el subdirector de Limpieza Urbana y Mantenimiento de Áreas Verdes, Raúl Rocha, dijo que sus cuadrillas lo talaron a petición de la delegación. Ni el GDF ni MH pudieron documentar que la iniciativa fue de la contraparte.

Hoy, del fresno queda un retoño de un metro de altura entre basura y cascajo.

Demanda millonaria

Ante el inicio de las obras, los vecinos dirigidos por Belaunzarán se movilizaron: hicieron caravanas informativas, colocaron mantas y pidieron al GDF documentos que acreditaran que las obras respetarían normas de usos de suelo, ambientales, de protección civil y estudios que probaran que el tránsito mejoraría. Con volantes con títulos como «¡Basta ya de caprichos!», denunciaron que el proyecto afectaría 10 mil mts2 de áreas verdes y juntaron el apoyo de 32 grupos vecinales y 7 mil personas.

Entonces apareció en el conflicto el vecino de Polanco Juan Gabriel Álvarez Rentería o “Juan Álvarez” —como lo llama la prensa—, quien fuera amigo de Cuevas. Hace casi seis años fue director de Fomento Económico y Promoción Turística de MH. Al ser destituido por el delegado Aboitiz en 2004, inició una demanda laboral que exigía la restitución en su puesto y la indemnización de salarios caídos, vacaciones, aguinaldo y horas extras, según un expediente del que Chilango tiene copia.

El proceso fue heredado por Cuevas, hasta que el 20 de agosto pasado la sentencia del Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje —número 2758/04— ordenó a MH pagar a Álvarez 2 millones 417 mil 360 pesos. En diciembre, el gobierno de Cuevas ingresó un amparo para evitar el desembolso. Desde entonces, Álvarez se erigió en el principal líder del movimiento opositor a la obra en Polanco y en el personaje que junto a “Trini” —su amiga—atrajó más cobertura de los medios. Es posible que Álvarez, presidente de Convergencia en MH, sea el candidato a delegado de ese partido.

FUERZA PÚBLICA

A fines de octubre, las mantas de Salvo Lomas amanecieron tapadas por otras que decían: «Las mantas anónimas sólo las ponen los narcos.» Firmaba una asociación sin registro: «Ya déjenos en Paz A.C.»

La comparación enfureció a los vecinos, quienes coinciden: ahí se quebró la relación con la delegada. «Tardamos mucho en romper con ella porque habíamos trabajado muy cerca contra la Torre Bicentenario. Le dolieron nuestras mantas y como no encontró otro grupo vecinal que lo apoyara creó su propio grupo (“Ya déjenos en Paz A.C”)», señala Francisco Belaunzarán.

Para evitar el inicio de los trabajos y presionar a Cuevas para dialogar, instalaron el 14 de noviembre un campamento en Palmas y Reforma, y luego frente a Pabellón Polanco. Cuevas recibió una llamada telefónica del subsecretario de Gobierno, García Ochoa.

«Apóyanos con la fuerza pública, no tienen razón», le dijo la delegada, según la versión del funcionario.

—¿Le pidió a García Ochoa la fuerza pública para desalojar?—, pregunto a Cuevas.

—Nunca. Fuimos al desalojo varias mujeres de la delegación.

A la 1 am del 22 de noviembre, empleadas de MH llegaron al plantón acompañadas por el director Jurídico y de Gobierno en MH, Pablo Reyes. Linternas en mano, formaron un círculo alrededor de las casas de campaña, ocupadas por Dennis Stevens —director de Encino Capital Partners— y Marco Pasini, otro vecino inconforme. Aduciendo una orden de desalojo, desmantelaron las estructuras donde los colonos dormían, retiraron anafres y otros objetos. «Con el personal de base, Cuevas habilitó policía paralela», dice Gershenson. El operativo se extendió hasta pasadas las 4 am.

Al final, el único acuerdo de aquel telefonazo entre Cuevas y García Ochoa fue realizar el 19 de noviembre una mesa de negociación entre los colonos, el GDF y MH. Pero un día antes, Cuevas llamó al funcionario para cancelar su participación. «La Secretaría de Gobierno estaba desinformando y de amarranavajas con los vecinos. Por eso rompimos», justifica Cuevas su ausencia.

COMO EN LAS GUERRAS

Tras el desalojo, el financiero canadiense Stevens creó el sitio www.cuevasviales.com, con galerías, documentos y foros. Según él, el esfuerzo vecinal es un hito en la historia nacional. «El movimiento marcará un antes y después en la lucha de la sociedad civil en México —dice—. Nunca antes un grupo de ciudadanos se organizó para impedir la construcción de una obra que no desea.»

El argumento vecinal insiste en la defensa de una zona cuya densidad de árboles es mayor a la del resto del DF. En Las Lomas —según Alarbo— se han podado hasta marzo más de 200 eucaliptos, fresnos y cedros con edades de 20 a 80 años. Además, en Polanco, 42 jacarandas y truenos de 20 años.

Desde que anunció su plan, la delegada manifestó que acataría a rajatabla la Ley Ambiental para el DF. Es decir, los 950 árboles de la zona —palmeras, truenos, jacarandas, cedros y fresnos— serían transplantados o repuestos. Además, los 432 mts2 de áreas verdes que se quitarían serían sustituidos, en otros puntos de la delegación, con 4 mil 19 mts2 de vegetación, es decir, casi 10 veces lo afectado. Sin embargo, en cálculos de los vecinos el sacrificio alcanzaría los 10 mil mts2. Una de las partes miente o los criterios de ambos difieren.

La madrugada del 17 de febrero, empleados de MH tiraron con motosierras 42 jacarandas del camellón ubicado frente al Liceo Franco-Mexicano. Los vecinos se abrazaron a algunos árboles y los salvaron. «Al cobijo de la noche, como en las guerras —dice Gershenson—, Cuevas apostó a que esa mañana encontraríamos un espectáculo desolador, pero los vecinos se interpusieron»

Por dicha acción, el GDF sancionó a MH con 190 mil pesos y la restitución de 96 árboles. «(El castigo) Es ilegal —dice Cuevas—. La manifestación de impacto ambiental de la Secretaría del Medio Ambiente nos autoriza derribar 75 árboles, y se derribaron 42. El GDF responde a un criterio electoral, no legal.»

Hoy, el paisaje del camellón de F.C. de Cuernavaca se compone por árboles derribados, cascajo, basura y fierros bloqueando la ciclopista. En la misma franja hay varios postes amarillos de Pemex con la leyenda: «Ductos de alta tensión bajo tierra. No golpear, no cavar, no construir.» Las líneas de combustible están a un metro del pavimento.

Cuevas aduce que las excavaciones no son un peligro: «Los ductos están bajo el arroyo vehicular, a 10 metros de los postes. Pemex exige trabajar a un mínimo de un metro de distancia de los ductos, y nosotros estábamos trabajando a seis metros.»

—Igual, a esa distancia ustedes no tienen margen de error—, le digo.

—Así se construye.

DEPRECIACIÓN

Los vecinos sostienen que la obra atraerá más coches, pues Las Lomas se volverá una zona de paso con «tráfico inducido». Es decir, al atraer más autos volverá a ser una vía lenta al cabo de unos meses.

«El proyecto incentivará el tráfico y atraerá visitantes, cuando lo que queremos es conservar el uso habitacional», dice Stevens. Pero hay otra razón para oponerse: la depreciación de las casas. Según el portal metroscubicos.com, un m2 en Las Lomas cuesta hasta 44 mil pesos y en Polanco hasta 36 mil. La experta Claudia Velázquez, directora de Estudios de Mercado de Softec —consultora inmobiliaria—, aclara que sólo caerá el valor de las casas junto a la entrada de los deprimidos: «Pero dentro de Las Lomas (los deprimidos) pueden dar plusvalía a las propiedades, pues las avenidas mejoran, y sus habitantes están más conectados.»

NO creo en los egos

Este septiembre acaba la gestión de Cuevas, y hasta ahora sólo avanza el deprimido de Palmas y Reforma.

—Para cuando se vaya quizá ni siquiera hayan iniciado (la mayoría de) las obras—, le digo.

—No tengo prisa, no creo en lo egos de quién corta el listón.

—¿Contempla cancelarlas?

—No lo sé... En Palmas y Reforma vamos muy bien. En unas semanas tomaremos una decisión.

Si gana Ana Gabriela Guevara —posible candidata del PRD— o el aspirante del PRI, es casi un hecho que el plan será cancelado. Si el PAN vence, Sodi planea crear un “consejo ciudadano” con capacidad de decisión. “En los deprimidos haré lo que la mayoría quiera —aclara el candidato—. En la otra obra (Polanco) hay una resistencia muy grande de los vecinos de la zona y del Liceo Franco-Mexicano. Tomaré en cuenta la opinión de la comunidad, de la que es parte esa escuela.”

Muy pronto, las «Soluciones Viales» podrían quedar archivadas para siempre.

Factores y otros personajes

1. Más autos

Vecinos, urbanistas y ambientalistas aducen que las Soluciones Viales crearán «tráfico inducido», que es el aumento del tráfico tras la ampliación de una avenida. Al aumentar el espacio, baja unos meses la carga de autos. Luego, los automovilistas hacen rutas más largas para llegar a ella o la abordan en horas pico. Con el tiempo la congestión es igual que antes, pero por las obras la ciudad posee menos áreas verdes.

Fuente: Ross Blundon, ingeniero de tráfico, University of New South Wales, Australia.

2. Nudos Viales

La empresa Sistemas Integrales de Gestión Ambiental señala varios problemas del plan de Gaby:

  • Ignora los conflictivos cruces de Palmas con Periférico y Monte Líbano.
  • El distribuidor de Lomas creará un embudo, pues quienes van hacia Toluca desde Palmas, Reforma y Virreyes desembocarán en sólo tres carriles en Reforma y Palmas.
  • Otro nudo vehicular se crearía en Ejército Nacional en su cruce con Homero, Horacio y Masaryk.

3. Los enemigos de Gaby

Trinidad Belaunzarán
La líder vecinal, fundadora del restaurante La Lorena, en Monte Líbano, ha sido la más dura enemiga de Cuevas desde hace 11 meses. El PRD la designó precandidata a diputada por el Distrito 14 en MH.

Marcelo Ebrard Causbon
Pese a que en junio pasado su gobierno aprobó las adecuaciones viales en MH, Ebrard ha sido el gran obstáculo para que la iniciativa de Cuevas avance. Nunca ha estado en un evento público de la delegada.

Slim
El magnate es dueño de Plaza Carso, que contará con tres torres de 22 pisos y un edificio comercial en un área de la colonia Irrigación.

AramburUzabala
La empresa de la que es socia, BCBA Impulse, creará en un espacio de dos hectáreas el desarrollo habitacional y comercial Parques Polanco.