El peso es una cuestión muy personal y muy delicada. Es como si nos tocaran a la madre, peleamos con uñas y dientes para que no nos digan nada ofensivo. Y más ahora que se ha exacerbado el culto por una figura escultural.

El punto es que cada quien tenga un peso sano, que se sientan chabochos y que no les afecte su autoestima. Pero nunca falta el oportuno que te lanza comentarios hirientes como los que citamos a continuación. Todos son basados en hechos verídicos:

-¿Qué te pasó? Antes no estabas así. Pues comí como si no hubiera mañana. ¿Qué más?

-¿Neta te vas a comer OTRO tamal/pedazo de pizza/postre? Y a ti, ¿qué diablos te importa cuántos tamales/pedazos de pizza/postres me voy a empacar? A menos que tú me hayas invitado a comer a final de quincena, deja que coma lo que quiera.

-¿No crees que ese tipo de ropa no te va bien? Ahora ésta se ha puesto de moda, sobre todo por uso de leggins. Oh, pues, ¿qué tanto le afecta a la gente lo que los demás se pongan?

-A ti es más fácil saltarte que rodearte. Ok, puede sonar jocosón, pero no es agradable que te lo digan una y otra vez. Si me quieres saltar, hazlo. #YOLO.

-¿Hace cuántos kilos que no te veía? Desde que decidí que no vería a más gente hueca como tú comprenderás.

-Fulanito está sentado al lado de la chica repuestita. Usar el peso como referencia de ubicación no está padre. ¿Por qué no mejor decir: al lado de la chica de lentes, al lado de la chica de rojo, al lado de la chica de cabello rubio? Es lo mismo, pero más bonito.

-Que al preguntar en una tienda por una talla grande nos digan: disculpe, no manejamos tallas extra. ¿Por qué se empeñan algunas vendedoras en adivinarnos la talla? ¿A poco juegan a: atínale al peso? No vamos ahí para que nos escojan la talla a ojo de buen cubero. A ver, ¿qué importa si queremos usar talla XS?

-Que al pedirle a un amigo/a que nos preste unos pantalones nos diga: dudo que te queden. Mira, maestro, mejor dímelo directo: “no me gusta prestar mi ropa”. Así ustedes se lo pierden y nosotros nos lo ahorramos.

-¿No crees que podrías romper esa silla si te sientas ahí? ¿No crees que te podría romper esta silla encima si me dices eso?

-Oye, ¿sabías que lanzaron unas pastillas BUENÍSIMAS para bajar de peso? Una de las especialidades de la gente gandalla. Todo bien si nos dicen que hay una nueva dieta de la luna o que nos den sutilmente alguna hoja impresa con tips para bajar de peso, pero ¿pastillas? ¿neta?

-¿Cómo puede ser posible que tú sí tengas novio y yo (que estoy escultural) no? Ésta la sacamos del reciente suceso que ocurrió conGabourey Sidibe. Resulta que la chica que personificó a Precious hizo una escena cachondona en la serie Empire, donde tenía sexo con otro personaje. No se tardaron en lanzar memes diciendo: Precious tiene sexo y yo… aquí deshojando la margarita.

-No creo que debas comer eso. Pide una ensalada mejor. Qué manía de decirle a la gente qué debe comer.

-Necesitas hacer ejercicio. No es un mal consejo, pero si lo haces para que llevar a cuestas el cayo de la andadera, probablemente te mande por los chescos (y porfitas, que no sean light).

-Que al ir al súper y escojas un producto alguien te sugiera: oye, pero también hay la línea light. Seamos sinceros, ¿quién se come con gusto la línea light de… cualquier cosa? La mayoría sabe a cartón. Quizá el consejo más apropiado es comer más sano, bajarle a las memelas y los pambazos y mover mis carnes al ritmo de zumba o insanity.

-¿Eres Mengano o te lo comiste? Soy Mengano y a ti te comeré por bocón.

¿Qué otras frases gandallas les han soltado en aras de que bajen unos cuantos kilillos?

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