La conversación a la mexicana consiste en lo siguiente: uno dice una frase que es un cliché y el otro contesta con otro cliché. De ahí te puedes seguir en lo que los estudiosos llaman “la gata revolcada” que consiste en decir lo mismo una y otra vez, aunque sea obvio, solamente para no hacerle el feo a la persona que te está hablando. Es muy sencillo:
– Qué frío hace
– Huy sí, qué frío
– Hace más frío que otros años
– Este año sí se está sintiendo
Y así te puedes aventar 10 minutos sin decir nada hasta que la otra persona se harte y te deje hablando con tu chela.
Diciembre es perfecto para este tipo de conversaciones. Durante todo el mes repetimos las mismas frases una y otra vez, chistes que ya todos nos sabemos y clichés al por mayor. Así que en favor del buen español, te pedimos que le des un zape a tu compañero de oficina cada vez que suelte alguna de estas:
-“Apenas pasó septiembre y ya estamos en diciembre ¡qué rápido!”: No exageren, está bien que en las tiendas departamentales ya había Santa Closes junto a los adornos de la Independencia, pero eso siempre pasa.
-“¡A prepararse para el maratón Guadalupe-Reyes!”: Eso lo decimos con la esperanza de que nos inviten a todas las posadas, aunque siempre nos quedamos con las ganas.
-“Los primeros días de diciembre me voy a poner a dieta para no subir tanto de peso”: ¡Ja ja ja! Ni te pones a dieta y le empacas a la cena como si no hubiera un mañana. Nosotros también lo decimos *snif*.
-“¡Ya hay rosca de reyes en la panadería!”: Ni te alegres que eso vas a comer durante cuarenta días. Por lo menos ahora hay más variedad, porque cuando éramos niños nomás había de la seca.
-“¡Así se la pedí a Santa Claus!”: frase guarra que dicen los hombres cuando ven a sus compañeras en vestido de noche. Cambie el género cuando las mujeres ven a su compañero de oficina bien bañado y con traje de fiesta godín.
-“Otro año que se va y no cumplí mis propósitos”: Oh sí, lo sabemos. Y llegará enero y los volverás a preparar ¿Conocen a alguien con tal fuerza de voluntad que diga “este año sí los cumplí”? Nosotros no *snif snif*.
-“A mí no me gusta salir en diciembre, todo está muy lleno”: Ahhh pero si te regalaran un VTP a Ixtapa bien que te ibas ¿verdad?
-“A mí no me gusta la Navidad, ni pongo adornos en mi casa, eso es puro gastar”: En eso tienes razón, pero tampoco es para que andes presumiendo a tu Grinch interno.
-“Ya me cansé de cenar siempre romeritos, bacalao y pavo”: Para ti tenemos sólo una palabra mágica: recalentado. Todo sabe mejor al otro día ¡una torta de bacalao por favooor!
-“Yo en Navidad la paso con la familia y en año nuevo me lanzo con mis amigos”: Al final los amigos se van de vacaciones y te quedas comiendo sándwiches en tu casa ¡ay dolor!
-“La ciudad está tan vacía en diciembre que deberían de cerrar las casetas para que no regresen los vacacionistas”: Sin comentarios. En serio, esa frase es puro sueño guajiro.
-“¿Ya depositaron el aguinaldo?”: ¡Qué más quisiéramos!
Esperamos que no tengas que recurrir a alguna de estas frases en la fiesta de fin de año de la oficina. Pero si te sabes otras ¿por qué no nos la compartes? Diciembre me gustó pa’ qué te vayaaaaas…
