¿De qué va?

Sobre un cigarro, raspa la piedra del encendedor, de tal forma que caigan minúsculos pedazos de piedra sobre el papel. Ofrece ese tabaco a tu amigo molestable favorito, y velo sacar chispas a las dos o tres fumadas.

El ganador

El buen humor.

El riesgo

Que los cachos de piedra se pasen de azteca y acabes como en concierto de Metallica.

Sí jugarlo porque:

A todos nos gustan los fuegos artificiales.

No jugarlo porque:

Se supone que en esta ciudad la pirotecnia está prohibida (ni qué decir de la demanda que te pueden poner por andar de chistosito.