¿De dónde?

Fey se convirtió en ídolo del pop a mediados de los noventa. Su catch: que estaba bien chula, cantaba sobre naranjas a la mitad, y tenía dieciséis añitos. Estaba al alcance. Luego nos enteramos de que en realidad era 10 años más grande. No sabemos si eso la hizo más o menos sexy.

¿Por qué nos gustaba tanto?

Fey fue la embajadora de la dona-del-pelo-puesta-como-pulsera, que hizo del ligue noventero un ritual sin precedentes (y bastante penoso). Sus pantalones de cuadritos, sus bailes insulsos, sus canciones terribles: Fey era el prototipo de la niña tonta pero linda a la que le gusta que le lleven flores.

¿Cuándo nos decepcionamos de ella?

Cuando admitió su verdadera edad. Aunque tal vez fue peor cuando admitió que andaba con uno de los Magnetos.

¿Por quién la cambiamos en la adultez contemporánea?

Por Lolitas de verdad como Angelique Boyer.